El amanecer del 2026 promete ser un punto de inflexión para el sureste mexicano. Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que los polos de bienestar —proyectos emblemáticos del nuevo modelo económico— comenzarán operaciones a inicios del próximo año.
Detrás de esta declaración hay una historia de planeación, inversión y visión de largo plazo. “Estamos convencidos de que en los próximos meses tendremos un buen acuerdo comercial con Estados Unidos, Canadá y otras regiones del mundo. Eso dará certidumbre a la economía nacional”, afirmó la mandataria, destacando su compromiso con la estabilidad y el crecimiento.
Una visión regional con impacto global
Los polos de bienestar no son simples parques industriales: buscan impulsar el desarrollo integral de las comunidades del sureste, generando empleos, fortaleciendo cadenas productivas y reduciendo desigualdades históricas.
Desde Chiapas hasta Yucatán, la infraestructura avanza con fuerza. Las obras complementarias —carreteras, trenes de pasajeros, puertos y proyectos hidráulicos— se convertirán en el motor del desarrollo regional. Según la presidenta, estas acciones consolidarán a México como un eje de inversión estratégica en América Latina.
“Será un año muy importante para la generación de empleos y la consolidación de la economía moral”, enfatizó Sheinbaum, en referencia a la visión humanista que busca equilibrar crecimiento y bienestar social.
Energía y economía transexenal
Sheinbaum confirmó que algunas obras energéticas de Pemex y la CFE continuarán durante la próxima administración, reforzando el carácter transexenal del modelo económico actual. La continuidad de estos proyectos garantizará el abasto energético y consolidará la soberanía nacional.
Expertos del sector energético destacan que estas inversiones no solo mantendrán el dinamismo económico, sino que también atraerán capital extranjero y consolidarán la confianza en la política de infraestructura sostenible.
Hacia una credencial única de salud
Otro de los anuncios clave fue la creación de una credencial nacional de salud que integrará el historial clínico de los ciudadanos. A partir de 2026, cualquier persona podrá atenderse indistintamente en el IMSS, ISSSTE o IMSS Bienestar, garantizando acceso universal y equitativo a la atención médica.
Este avance representa un paso histórico hacia la integración total del sistema de salud público mexicano, fortaleciendo el enfoque de bienestar que impulsa el gobierno federal.
Un modelo económico de continuidad y confianza
El humanismo mexicano y la economía moral seguirán siendo los pilares de la administración, enfocándose en la justicia social, la distribución equitativa de la riqueza y la sustentabilidad.
El inicio de operaciones de los polos de bienestar será, según Sheinbaum, “la prueba de que el desarrollo con justicia social no solo es posible, sino sostenible”.
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