El Paquete Económico 2025 llegó sin sorpresas: ni rastro de una reforma fiscal. Aunque esperado, este hecho ha generado preocupaciones sobre la viabilidad de las finanzas públicas en el mediano plazo. La estrategia del gobierno apuesta por la regularización de pequeños contribuyentes y el fortalecimiento de la fiscalización, pero muchos expertos consideran que estas medidas serán insuficientes.
¿Podrá el gobierno evitar una reforma fiscal más ambiciosa en el futuro cercano?
Lo que propone el Paquete Económico 2025
El Paquete Económico para 2025 establece un crecimiento de los ingresos tributarios del 3% en términos reales, respaldado por dos pilares:
- Programa de regularización fiscal:
- Condonación de multas, recargos y gastos de ejecución para personas físicas y morales con ingresos menores a 35 millones de pesos anuales.
- Restricciones como no haber impugnado créditos fiscales o haber sido condenados por fraude fiscal.
- Fortalecimiento de la fiscalización:
- Uso de tecnologías avanzadas para detectar irregularidades.
- Supervisión más estricta de sectores con altos índices de informalidad.
Sin embargo, estos pilares no son suficientes para aliviar las presiones económicas que enfrentarán las finanzas públicas en el mediano plazo.
El crecimiento del PIB: ¿optimismo o realidad?
El gobierno estima un crecimiento del 2% al 3% del PIB para 2025, basándose en tendencias económicas recientes.
Ejemplos del pasado:
- En 2023, el PIB creció un 3.7%, superando ampliamente las expectativas iniciales del 1%.
- En 2021, el PIB alcanzó un sorprendente 6%, cuando las estimaciones apuntaban al 3.5%.
Argumento de Hacienda:
- La economía de Estados Unidos, más robusta de lo esperado, podría dinamizar las exportaciones de manufacturas mexicanas, impulsando el crecimiento económico.
Sin embargo, el crecimiento por sí solo no será suficiente para contrarrestar el déficit público, especialmente con el aumento en el gasto social y los compromisos de pensiones.
¿Qué pasa después de 2025?
Aunque el gobierno ha descartado una reforma fiscal para el próximo año, las presiones económicas y las proyecciones a partir de 2026 sugieren que este tema será inevitable.
Factores que presionarán las finanzas públicas:
- Programas sociales: El gasto en programas como pensión para adultos mayores y Becas Benito Juárez sigue creciendo.
- Pago de pensiones: Uno de los compromisos financieros más rígidos y demandantes.
- Proyectos de infraestructura: Las obras emblemáticas del gobierno actual, como el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas, seguirán demandando recursos en fases posteriores.
Previsión:
El déficit público podría desbordarse sin una reforma fiscal ambiciosa que amplíe la base tributaria y optimice la recaudación.
Reforma fiscal: ¿por qué es inevitable?
En 2025, las medidas de regularización y fiscalización podrán cubrir las metas de recaudación a corto plazo. Sin embargo, expertos señalan que estos esquemas no serán suficientes para sostener el gasto público en los años siguientes.
¿Qué podría incluir una futura reforma fiscal?
- Ampliación de la base tributaria: Incluir sectores de la economía informal.
- Revisión del IVA: Posibles ajustes en productos exentos o tasas diferenciadas.
- Incremento en impuestos especiales: Como el IEPS a bebidas azucaradas y productos dañinos para la salud.
- Fortalecimiento del ISR: Revisión de deducciones y aumentos en las tasas para ciertos segmentos de ingresos altos.
Reflexión final
El Paquete Económico 2025 es un reflejo de la estrategia gubernamental: evitar costos políticos inmediatos. Sin embargo, a medida que las presiones financieras crezcan, será imposible postergar una discusión seria sobre una reforma fiscal integral.
El reto será diseñar una propuesta que no solo incremente los ingresos tributarios, sino que también sea socialmente justa y políticamente viable. Para Sheinbaum, esta decisión podría definir su legado como presidenta.
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