Panamá proyecta un gasoducto estratégico hacia Asia
La historia del Canal de Panamá ha sido siempre un relato de visión estratégica y decisiones que cambian el rumbo del comercio mundial. Hoy, más de un siglo después de su inauguración en 1914, el canal enfrenta un nuevo capítulo: la construcción de un gasoducto de 77 kilómetros paralelo a la vía interoceánica. Este proyecto, liderado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), busca asegurar que el istmo siga siendo clave en la cadena de suministro energético entre Estados Unidos y Asia.
Una apuesta por el futuro energético
La ACP inició conversaciones con 23 empresas interesadas en participar, entre ellas gigantes como Shell y ExxonMobil. El plan es transportar propano, butano y etano desde la costa este de Estados Unidos hasta mercados estratégicos como China, Japón y Corea del Sur, donde la demanda se duplicará en los próximos diez años, según proyecciones de Ricaurte Vásquez, administrador del canal.
El gas llegaría en buques al Caribe panameño, cruzaría el istmo mediante el ducto y sería reembarcado en el Pacífico rumbo a Asia. La magnitud del negocio es clara: de no materializarse, otras rutas podrían capturar la oportunidad.
Un negocio millonario en juego
El costo estimado de este gasoducto oscila entre 2 mil y 8 mil millones de dólares, dependiendo de si se transportan los tres tipos de gas o solo algunos. El concesionario se prevé que sea elegido a finales de 2026, con la construcción iniciando en 2027. Una vez en operación, la tubería tendría la capacidad de mover hasta 2.5 millones de barriles diarios, reforzando el papel del istmo como eje energético mundial.
Competencia y desafíos globales
Hasta 2023, más del 90 % del gas licuado enviado desde Estados Unidos hacia Asia cruzaba por Panamá. Sin embargo, esa cifra ha ido descendiendo por factores como el crecimiento de nuevas rutas y las limitaciones del propio canal. La ACP sabe que si no ejecuta este proyecto, India y otros mercados emergentes podrían depender de alternativas logísticas.
El legado del canal y la visión al futuro
El Canal de Panamá conecta hoy más de 1,900 puertos en 170 países, y por él circula alrededor del 5 % del comercio marítimo mundial. El gasoducto no solo consolidaría esa posición, sino que también marcaría un giro en la historia: de un canal pensado para barcos, a una plataforma multimodal que garantiza energía a millones de personas en Asia.
Este proyecto es más que infraestructura; es la apuesta de Panamá por mantenerse en el centro del tablero geopolítico y energético global. El futuro del comercio no se juega únicamente en los océanos, sino también bajo tierra, en la tubería que promete unir continentes y redefinir mercados.


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