La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de clasificar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas ha generado una ola de incertidumbre en la economía y el sistema financiero de México. Aunque la Asociación de Bancos de México (ABM), presidida por Julio Carranza, aún no ha emitido un documento oficial sobre el impacto de esta determinación, los efectos ya comienzan a sentirse en los sectores financieros y de negocios.
El sistema bancario mexicano está profundamente vinculado al estadounidense, lo que implica que las nuevas regulaciones afectarán directamente la operatividad de los bancos en México. Desde mayores controles hasta costos adicionales en transacciones, la relación financiera entre ambos países enfrenta un desafío inédito.
Siete impactos clave en la banca mexicana
Un documento emitido por el despacho White & Case, circulando entre empresarios y analistas financieros, ha identificado siete implicaciones clave para los bancos mexicanos tras la designación de los cárteles como grupos terroristas:
- Mayor vigilancia por parte de bancos corresponsales en EE.UU. Esto podría derivar en de-risking, es decir, el cierre de cuentas o la cancelación de servicios bancarios a clientes considerados de alto riesgo.
- Revisión de controles de conocimiento del cliente (KYC, por sus siglas en inglés) y financiamiento al terrorismo, lo que implicará procesos más rigurosos para la apertura de cuentas.
- Nuevas regulaciones para evitar el financiamiento al terrorismo, lo que aumentará la burocracia en la validación de transacciones internacionales.
- Posibilidad de juicios en EE.UU. contra bancos mexicanos, por presunto bloqueo de activos relacionados con organizaciones delictivas.
- Riesgo de demandas directas en EE.UU. contra instituciones financieras mexicanas, en casos donde haya sospecha de operaciones vinculadas al terrorismo.
- Impacto regulatorio en otras regiones, como la Unión Europea, que podrían adoptar medidas similares en sus relaciones con bancos mexicanos.
- Conflictos jurisdiccionales entre EE.UU. y México, ya que las leyes nacionales podrían entrar en contradicción con las exigencias estadounidenses.
Estos cambios imponen costos adicionales a la banca en México, ya que cada nueva regulación implica una mayor inversión en controles financieros y sistemas de monitoreo.
Mayor costo en las transacciones bancarias para los mexicanos
Los bancos mexicanos, ante estos nuevos requisitos, deberán invertir en infraestructura y procesos para mitigar riesgos. Esto significa que, aunque en los estados financieros de los bancos estos costos puedan parecer menores, los clientes serán quienes paguen la diferencia.
La banca mexicana ya enfrenta desafíos importantes, como la digitalización de servicios, la inclusión financiera y el combate al lavado de dinero. Ahora, con una regulación más estricta desde EE.UU., las transferencias internacionales, la apertura de cuentas y el acceso a créditos podrían volverse más costosos y burocráticos.
Este nuevo escenario podría frenar el crecimiento del sistema bancario en México, afectando tanto a grandes empresas como a pequeños empresarios y usuarios individuales.
La Convención Bancaria y la respuesta del sector financiero
Con la Convención Bancaria 2025 en puerta, el tema se vuelve aún más relevante. Los principales banqueros del país deberán definir una postura ante esta interferencia regulatoria, ya que la presión de EE.UU. podría modificar el rumbo del sistema financiero mexicano.
El reto para los bancos no solo es cumplir con las exigencias internacionales, sino mantener un crecimiento sostenido en el sector, sin afectar la confianza de los inversionistas y clientes.
México ante una nueva realidad financiera
La clasificación de los cárteles como organizaciones terroristas por parte de Trump no solo es una medida de presión política y de seguridad, sino que tiene implicaciones económicas profundas.
El sistema bancario mexicano deberá adaptarse rápidamente a las nuevas reglas, mientras el gobierno federal enfrenta el reto de negociar con EE.UU. para mitigar los efectos de esta designación.
La incertidumbre crece y las preguntas son muchas: ¿se restringirán aún más las transacciones con EE.UU.? ¿Se implementarán sanciones adicionales? ¿Cómo afectará esto al comercio y la inversión en México?
Las respuestas comenzarán a llegar en las próximas semanas, cuando la banca mexicana defina su estrategia y el gobierno de Sheinbaum decida su postura ante Washington.
¡Únete a nuestro canal en WhatsApp! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.
TE PODRÍA INTERESAR