La informalidad laboral: un problema que no cede
En México, trabajar no siempre significa seguridad, estabilidad o derechos. La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) reveló que entre 2018 y el primer trimestre de 2025, en promedio, el 55.3% de la población ocupada se encuentra en la informalidad. Esto significa que más de la mitad de los trabajadores carece de acceso a seguridad social, prestaciones y un sistema de protección laboral que garantice condiciones dignas.
La informalidad laboral se ha convertido en una trampa de precariedad económica que afecta a millones de familias mexicanas, frenando la movilidad social y perpetuando la desigualdad en todo el país.
Un obstáculo para la productividad y el crecimiento
De acuerdo con el Primer Informe de Gobierno en materia laboral, la informalidad no solo golpea directamente el bolsillo de las personas, sino que también frena la productividad nacional. Sin seguridad, sin acceso a créditos ni a servicios básicos, millones de trabajadores quedan atrapados en la incertidumbre, lo que impacta en el desarrollo económico.
La STPS advirtió que la formalización del empleo es la única vía para consolidar los avances salariales alcanzados en los últimos años y garantizar derechos efectivos.
La voz de los empresarios: la informalidad como sinónimo de pobreza
Octavio de la Torre, presidente de la Concanaco, explicó que la informalidad no solo afecta a los trabajadores, sino también a las empresas que se mantienen fuera del marco legal. “La informalidad laboral es sinónimo de pobreza. Es urgente atender este problema desde las comunidades y con coordinación federal, estatal y local”, señaló.
De la Torre propuso reducir los trámites burocráticos que asfixian a los negocios y apostar por la digitalización de procesos, así como mejorar el acceso a financiamiento y tecnología, para facilitar la transición hacia la formalidad.
Los salarios: un respiro en medio de la precariedad
A pesar del persistente problema de la informalidad, los salarios en México han mostrado un crecimiento notable. La política de recuperación del salario mínimo ha impulsado un incremento del 26.6% en términos reales en las remuneraciones de trabajadores afiliados al IMSS desde diciembre de 2018 hasta junio de 2025.
El mayor impacto se ha visto en los sectores más vulnerables: el 10% de los trabajadores con menores ingresos en la frontera norte ha visto un aumento real del 203.1% en sus salarios durante este mismo periodo. Una señal de que la política salarial está funcionando, aunque todavía insuficiente para revertir décadas de desigualdad.
El dilema: formalidad contra desigualdad
La paradoja mexicana es clara: mientras los salarios muestran avances, la mayoría de los trabajadores sigue sin acceso a derechos laborales. Esto refleja que la recuperación económica no puede medirse solo en cifras de remuneración, sino también en la capacidad de integrar a más trabajadores al sistema formal.
La STPS insiste en que invertir en la formalización laboral no es solo una política económica, sino una apuesta por la equidad social. Sin un mercado laboral sólido y con derechos, los avances salariales no serán sostenibles a largo plazo.
Un reto impostergable
La informalidad laboral es uno de los mayores desafíos que enfrenta México. El país necesita políticas públicas más agresivas, simplificación administrativa, inversión tecnológica y una verdadera coordinación entre los tres niveles de gobierno.
El futuro de millones de trabajadores depende de lograr que la formalidad deje de ser un privilegio y se convierta en un derecho accesible para todos.
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