Salinas Pliego decidió esperar hasta enero para que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) precise de manera formal y por escrito los fundamentos del presunto adeudo fiscal que asciende a 31 mil millones de pesos, cifra que ha generado controversia entre el gobierno federal y el conglomerado empresarial Grupo Salinas.

El empresario Ricardo Salinas Pliego aseguró que lo más responsable para ambas partes es aguardar a que la autoridad fiscal entregue un desglose detallado y transparente que sustente el monto señalado, con el objetivo de avanzar hacia una solución definitiva basada en certidumbre jurídica y legalidad.
Salinas Pliego pide claridad y sustento legal al SAT
Salinas Pliego expresó, a través de un mensaje difundido en la red social X, que espera que el SAT precise por escrito los elementos que conforman la cifra del adeudo. De acuerdo con el empresario, esta aclaración permitiría comprender el origen exacto de los cálculos y facilitaría el cierre de un conflicto que se ha prolongado durante varios años.
El dueño de Grupo Salinas subrayó que su postura no busca confrontación con el Gobierno de México, sino certeza jurídica, señalando que una explicación clara por parte de la autoridad tributaria es indispensable para resolver cualquier diferencia de fondo.
Grupo Salinas y su postura frente al adeudo fiscal
En su posicionamiento, Salinas Pliego afirmó que Grupo Salinas ha mostrado disposición permanente para cumplir con sus obligaciones fiscales en los términos que marca la ley. Como muestra de ello, indicó que durante el periodo en disputa el conglomerado ha entregado al fisco más de 285 millones de pesos, lo que, a su juicio, evidencia voluntad de cumplimiento y cooperación institucional.
El empresario también manifestó su interés en “cerrar este capítulo” y concluir las diferencias que mantiene con la administración federal, siempre que exista un marco legal claro que garantice una resolución justa y definitiva.
El origen del adeudo señalado por el SAT
De acuerdo con lo informado por el titular del SAT durante una conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, el adeudo atribuido a Grupo Salinas corresponde a ejercicios fiscales comprendidos entre 2008 y 2013. Las autoridades señalaron que los montos reclamados han sido determinados en instancias judiciales y que incluyen recargos y actualizaciones.
Salinas Pliego puntualizó que una parte relevante de esos montos adicionales deriva de interpretaciones y actuaciones de la propia autoridad fiscal, las cuales dieron origen a la controversia legal. Además, subrayó que la duración del litigio también ha sido influida por los tiempos del sistema judicial mexicano.
Certidumbre jurídica como eje del conflicto
Uno de los puntos centrales del posicionamiento del empresario es la necesidad de contar con reglas claras y consistentes. Salinas Pliego insistió en que el conflicto no se originó por una negativa a pagar impuestos, sino por diferencias en la interpretación de la ley fiscal y en la forma en que la autoridad aplicó ciertos criterios.
Desde su perspectiva, la entrega de un documento oficial por parte del SAT que explique de manera detallada el cálculo del adeudo permitiría evaluar con precisión las obligaciones reales y evitar interpretaciones ambiguas que prolonguen el litigio.
Expectativa para enero y posible desenlace
La expectativa está puesta en enero, cuando el SAT debería presentar el desglose solicitado. Este paso podría marcar un punto de inflexión en la relación entre Grupo Salinas y la autoridad fiscal, ya sea para avanzar hacia un acuerdo o para definir con mayor claridad el rumbo legal del caso.
El propio Salinas Pliego destacó que una solución basada en información clara y transparente beneficiaría tanto al sector privado como al gobierno, al fortalecer la confianza institucional y el respeto al Estado de derecho.
Un caso emblemático en el debate fiscal
El diferendo entre Salinas Pliego y el SAT se ha convertido en uno de los casos más visibles del debate fiscal en México, al involucrar a uno de los empresarios más influyentes del país y a una cifra multimillonaria. Más allá del desenlace, el caso pone sobre la mesa la importancia de la certeza jurídica, la transparencia fiscal y el diálogo institucional para resolver conflictos entre contribuyentes y autoridades.

La decisión de Salinas Pliego de esperar hasta enero refleja una estrategia de cautela y búsqueda de claridad frente a un adeudo fiscal de gran magnitud. Mientras el SAT prepara la información solicitada, el caso se mantiene como un referente clave sobre la relación entre grandes contribuyentes y el Estado. El desenlace dependerá, en gran medida, de la capacidad de ambas partes para avanzar con base en información precisa, legalidad y voluntad de resolución.


TE PODRÍA INTERESAR