La semana pasada, tuve el privilegio de presenciar un panel organizado por DLA Piper, en el que tres líderes del sector corporativo compartieron su visión y mejores prácticas para construir una cultura de equidad e inclusión en las empresas. Wendy Alcalá de Nestlé, Amparo Martínez de Grupo Jumex y Bosco Martí de Aleatica, junto con los moderadores Gabriela Álvarez, Antonio Cárdenas y Kate Brown, ofrecieron un debate inspirador, resaltando la importancia de crear estructuras empresariales que reflejen la diversidad y justicia social en México.
Este panel no solo dejó en claro que existen instituciones comprometidas con el cambio, sino que mostró el camino para lograr una transformación significativa en un mundo corporativo que impacta de manera profunda la vida de millones. A continuación, comparto algunos de los puntos más importantes abordados en este evento.
Hacia una cultura de inclusión: Claves para un cambio real
En un mundo que valora la diversidad, muchas empresas se esfuerzan por construir ambientes inclusivos, pero es un proceso que requiere ciertos elementos fundamentales:
- Convicción desde la Alta Dirección: Uno de los primeros puntos expuestos fue la necesidad de que los líderes estén convencidos de la importancia de la inclusión. «Sin la firmeza del CEO y de la primera línea de liderazgo, toda política se queda en papel», destacó Amparo Martínez. Los líderes deben actuar con convicción para establecer una cultura de equidad y diversidad en sus organizaciones.
- Medición de Avances: «Si no lo puedes medir, no lo puedes mejorar,» afirmó Bosco Martí. Sin datos claros sobre los avances y resultados de sus políticas, las empresas corren el riesgo de avanzar sin rumbo. Los ponentes coincidieron en que medir los progresos es crucial para asegurar que las iniciativas de equidad realmente se integren en la cultura de la empresa.
- Compromiso Cotidiano y Flexibilidad: Las políticas de equidad deben ser como un organismo vivo, que se adapta y crece conforme se aprende. Es un proceso de ensayo y error. “El compromiso debe ser genuino, no solo decorativo, para que todos los colaboradores sientan su impacto», agregó Wendy Alcalá. La verdadera inclusión se siente y se vive en el día a día, más allá de los discursos y manuales.
Beneficios de la equidad e inclusión para las empresas
A menudo, pensamos que la inclusión beneficia únicamente a las minorías, pero los panelistas coincidieron en que los beneficios se extienden a toda la organización y, en última instancia, al negocio en su conjunto:
- Creatividad e Innovación: Las empresas que incluyen perspectivas diversas generan soluciones más creativas y abordan los problemas de manera más completa. Contar con personas de distintos orígenes, edades y culturas permite anticipar y adaptarse a los cambios del mercado, lo que mejora la capacidad de innovación.
- Retención de Talento: “Las personas tienden a quedarse en empresas donde pueden ser ellas mismas,” comentó Bosco Martí. Las políticas de inclusión generan un entorno donde los colaboradores sienten seguridad y pertenencia, aumentando su lealtad y reduciendo la rotación de personal.
- Mejora en la Reputación Corporativa: En un mundo donde los consumidores y los inversionistas valoran la responsabilidad social, las empresas inclusivas tienen una reputación más sólida. Una compañía que demuestra conciencia social genera confianza y se vuelve más atractiva tanto para los clientes como para los inversores.
- Decisiones Más Equilibradas y Estratégicas: Cuando en una junta directiva participan diferentes perspectivas, las decisiones tienden a ser más equilibradas y menos sesgadas. Esto permite una planeación más estratégica, que considera diversas realidades y mitiga riesgos desde el inicio.
- Mayor Conexión con el Mercado: Una empresa que refleja la diversidad de la sociedad comprende mejor a sus clientes y puede responder de manera más precisa a sus necesidades. Esto ayuda a mejorar la relación con sus consumidores y a consolidar su relevancia en el mercado.
La importancia de la narrativa inclusiva
La plática también subrayó el poder de las historias y cómo éstas pueden cambiar la cultura de una organización. La inclusión no debe ser solo una política, sino una narrativa que inspire a cada colaborador a ser parte de un cambio real. Wendy Alcalá destacó que “las historias que consumimos tienen un poder inmenso para moldearnos y definir quiénes somos.”
Los líderes deben asegurarse de que cada colaborador se sienta parte de una historia mayor de cambio y de justicia. La inclusión, concluyeron los panelistas, no solo es ética; es una oportunidad de negocio que potencia la capacidad de una empresa para ser relevante y exitosa.
El compromiso por un legado transformador
Conforme avanzaba el panel, quedó claro que la equidad y la inclusión no son un destino, sino un viaje continuo. En un mundo donde la equidad es una demanda social y una responsabilidad moral, las empresas están llamadas a liderar un cambio que transforme la vida de millones y que deje un legado de justicia y oportunidad para todos.
Las experiencias compartidas en este encuentro subrayan que la equidad y la inclusión deben ir más allá de políticas formales: deben ser una práctica cotidiana que impulse la creación de espacios seguros y justos para cada colaborador. Los ejemplos de empresas comprometidas, como Nestlé, Jumex y Aleatica, demuestran que el cambio es posible, y que su impacto en el desempeño y la reputación de una compañía es significativo.
Es tiempo de que las instituciones, de cualquier tamaño, asuman este compromiso y trabajen activamente para construir el mundo que queremos ver. Solo así podrán dejar una marca profunda y positiva en la sociedad y en las futuras generaciones.
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