La implementación de una jornada laboral de 40 horas semanales en México sigue generando debate entre trabajadores, empresas y autoridades. Durante el tercer foro convocado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) lanzó una propuesta clave: permitir la deducibilidad del 100% de las prestaciones laborales y revisar los esquemas del Impuesto Sobre la Renta (ISR) para evitar impactos negativos al sector empresarial.
“Queremos un modelo que beneficie a todos. La reducción de jornada debe ir acompañada de incentivos fiscales para ser viable”, afirmó el vocero de Coparmex.
Coparmex exige deducibilidad total y revisión del ISR
La Coparmex argumenta que la jornada reducida puede generar un impacto positivo en la calidad de vida de los trabajadores, pero advierte que, sin ajustes fiscales, muchas empresas podrían verse sobrecargadas. Por ello, propuso dos medidas complementarias:
- Deducibilidad al 100% de prestaciones laborales.
- Revisión de los esquemas del ISR y el subsidio al empleo.
Ambas medidas, según la Confederación, permitirían una transición ordenada hacia una jornada de 40 horas semanales sin afectar el ingreso de los trabajadores ni provocar despidos o informalidad.
ANTAD advierte sobre impacto operativo y falta de talento
Desde el sector comercial, la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) se sumó a las preocupaciones. Diego Corsío Barto, presidente de la organización, señaló que el 78% de los trabajadores del sector labora más de 40 horas semanales, debido a la naturaleza de los servicios que se ofrecen 24/7.
Reducir la jornada implicaría contratar 14.7% más personal, lo que generaría un alto costo operativo. Sin embargo, advirtió un riesgo mayor: la escasez de talento en áreas como logística, distribución y transporte.
“Podríamos querer contratar más personal, pero ¿dónde están los choferes, los almacenistas, los técnicos capacitados?”, cuestionó Corsío.
El sector agropecuario también pide ajustes al ISR
Desde el campo, Juan Pablo Molina Baranzini, vicepresidente de Bienestar Laboral del Consejo Nacional Agropecuario, respaldó la necesidad de revisar el esquema de ISR, sobre todo en lo que respecta al pago de horas extra. Indicó que gran parte de ese ingreso adicional termina absorbido por los impuestos, reduciendo el beneficio para los trabajadores.
Molina también planteó:
- Iniciar con una reducción gradual de la jornada, comenzando con una hora en 2026.
- Fortalecer el decreto fiscal para patrones del campo y trabajadores eventuales, el cual ha sido crucial para mantener la formalidad.
“Si no damos apoyo fiscal, muchas empresas del campo podrían optar por la informalidad como única salida”, alertó.
¿Cómo será la implementación gradual de la jornada de 40 horas?
Aunque aún no hay una fecha oficial, la STPS y las organizaciones sociales han coincidido en que el modelo debe aplicarse de manera progresiva, para dar tiempo a las empresas de adaptarse y garantizar que los trabajadores no pierdan ingresos.
El esquema propuesto implica:
- Reducir una hora en 2026.
- Continuar con recortes graduales hasta alcanzar 40 horas semanales.
- Evaluar periódicamente el impacto en productividad, empleo y formalidad.
La clave está en el equilibrio: productividad vs. bienestar
Tanto el sector privado como los trabajadores coinciden en que la jornada de 40 horas representa un avance en derechos laborales, pero subrayan que el éxito depende del diseño fiscal y operativo que la acompañe.
La deducibilidad total de prestaciones, incentivos para la contratación formal y ajustes al ISR no solo buscan proteger a las empresas, sino garantizar empleos dignos y sostenibles.
¿Compromiso o desafío para 2026?
La reforma laboral de 40 horas podría marcar un antes y un después en el mundo del trabajo en México. Pero sin un acompañamiento financiero sólido, el riesgo de retroceso es alto. Gobierno, empresas y trabajadores tienen un reto conjunto: construir una transición justa, sin perder competitividad ni derechos.
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