El inicio de 2025 ha llegado con un tema que golpea directo al bolsillo: el aumento en los precios de la gasolina y el diésel. Aunque oficialmente no se le llama “gasolinazo”, el incremento en los precios se siente igual. Entonces, ¿qué está pasando con los costos de la gasolina en México?
El IEPS: el impuesto que encarece la gasolina
El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) es un gravamen que encarece significativamente los combustibles en México. Según datos recientes:
- Por cada litro de Magna, el gobierno recauda 6.45 pesos.
- En el caso del diésel, se queda con 5.81 pesos por litro.
- Para la Premium, son 5.45 pesos por litro.
Estos ingresos representan una importante fuente de recursos para el gobierno federal, que enfrenta altos niveles de endeudamiento y compromisos financieros.
¿Por qué no se elimina el IEPS si afecta a todos?
La razón es simple: el IEPS genera ingresos millonarios. Solo en marzo de 2024, el consumo de gasolina y diésel significó más de 639 millones de pesos diarios en recaudación para el gobierno. Sin este impuesto, la administración tendría que buscar otras formas de financiarse, lo que podría incluir medidas aún menos populares, como un IVA generalizado.
Comparaciones internacionales: ¿Es barata la gasolina en México?
Desde las conferencias matutinas se ha argumentado que la gasolina en México es más barata que en Europa. Aunque esto es cierto, el contexto es distinto:
- Los ingresos promedio en países europeos son significativamente más altos que en México.
- En Texas, donde Pemex tiene una refinería, la gasolina es un 73% más barata que en nuestro país.
Esta comparación con Europa no alivia el impacto que los precios tienen en la economía diaria de las familias mexicanas.
Impacto en la economía y los precios de productos
El aumento en los combustibles no solo afecta a quienes tienen vehículos; el transporte de bienes y servicios depende del diésel y la gasolina. Por lo tanto:
- Los precios de los alimentos y productos básicos suben, afectando especialmente a las familias de menores ingresos.
- Los costos de transporte público también tienden a incrementarse, creando una espiral de inflación.
Reflexión: ¿Es posible bajar el precio de la gasolina?
Aunque eliminar el IEPS podría reducir el precio de la gasolina, el gobierno tendría que compensar esos ingresos de alguna forma. Sin embargo, hay preguntas que siguen en el aire:
- ¿Es justo que los mexicanos paguemos tanto por un recurso que «es de todos»?
- ¿Por qué Pemex no logra garantizar combustibles más accesibles, especialmente teniendo refinerías en el extranjero?
Nos tomaron el pelo, pero no hay solución fácil
La promesa de gasolina a 10 pesos el litro parece un sueño lejano. La realidad es que, mientras el IEPS siga siendo una fuente vital de ingresos, los precios no bajarán significativamente. La solución pasa por una reforma integral en el manejo de los recursos públicos y un enfoque transparente sobre cómo se administra Pemex.
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