En el pleno del Senado, Marcelo Ebrard, secretario de Economía, lanzó un mensaje de confianza ante los legisladores:
“El T-MEC va a permanecer, va a sobrevivir, y vendrán nuevas oportunidades para México”.
Con ese tono optimista, Ebrard enfrentó una de las preguntas que más ha inquietado a economistas, inversionistas y empresarios: ¿podría Estados Unidos cancelar el acuerdo comercial que sostiene el 83% de nuestras exportaciones?
El ex canciller respondió con claridad. “No hay riesgo de cancelación. Si así fuera, no estaríamos en consultas ni me reuniría mañana en Washington”.
Optimismo razonable ante un mundo en transformación
Ebrard explicó que México atraviesa un reajuste internacional profundo, donde las reglas del comercio global están cambiando.
Durante años, la economía mundial se regía por las ventajas comparativas, donde lo importante era producir al menor costo sin importar el país de origen.
Pero ahora, Estados Unidos prioriza el origen de los productos, imponiendo aranceles estratégicos a sectores como el acero, el aluminio y los vehículos.
Ante este nuevo paradigma, el gobierno de Claudia Sheinbaum ha diseñado una estrategia para mantener la competitividad de México y proteger la inversión extranjera.
El futuro del libre comercio y la relación con Estados Unidos
Ebrard destacó que más del 80% de las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos no están sujetas a gravámenes, un logro que atribuyó a la estrategia económica impulsada desde la Presidencia.
Además, señaló que la relación bilateral con Washington es sólida:
“Cada país enfrenta sus propias presiones, pero el diálogo se mantiene abierto y productivo”.
Frente a la posibilidad de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca, Ebrard fue tajante:
“Cancelar el T-MEC tendría un costo impagable. Ambos países perderían demasiado”.
Nuevas oportunidades: México amplía su horizonte exportador
Más allá de la defensa del tratado, Ebrard subrayó que México busca diversificar sus exportaciones.
“Vamos a aumentar nuestras capacidades en sectores que antes no exportábamos, como los productos farmacéuticos”, afirmó.
Su mensaje refleja una visión de transformación industrial donde México no solo compite en manufactura, sino también en innovación tecnológica y salud.
Un mensaje político y simbólico en el Senado
La comparecencia de Ebrard coincidió con su cumpleaños, celebrado entre aplausos y pastel por parte de legisladores de Morena, PT y PVEM.
El ambiente relajado no restó peso a su discurso: un llamado a la confianza, la inversión y la estabilidad comercial en tiempos de incertidumbre global.
Su optimismo, calificado como “razonable”, busca enviar una señal de seguridad a los mercados y reafirmar que México seguirá siendo un actor clave en Norteamérica.
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