El auge de las criptomonedas ha impulsado la innovación financiera, pero también ha abierto la puerta a un ecosistema de fraudes y estafas cada vez más sofisticados. Promesas de rentabilidad rápida, supuestos asesores expertos y plataformas que desaparecen sin dejar rastro están dejando a miles con pérdidas en sus ahorros e inversiones.
Muchas de estas estafas se aprovechan del desconocimiento y del entusiasmo por participar en un mercado que sigue ganando visibilidad rumbo a 2026.
Los riesgos de las criptomonedas
Aunque las inversiones se realizan en entornos digitales, muchos usuarios siguen tomando decisiones como si se tratara de productos financieros tradicionales. Marisa Protomártir, directora legal de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin), advierte que el gran error es pensar de forma analógica en un sistema completamente digital.
Cuando una inversión de criptomonedas falla, rara vez existe una oficina física, un responsable identificado o una entidad clara ante la cual reclamar, lo que deja al inversor en una situación de indefensión.
Consultas frecuentes y un patrón que se repite
Desde Asufin reciben entre cuatro y cinco consultas diarias relacionadas con inversiones en criptomonedas. Muchas están vinculadas a cursos de trading, plataformas supuestamente reguladas o exchanges poco conocidos que aparentan legalidad.
En la mayoría de los casos, el inversor cree estar actuando correctamente, cuando en realidad ha sido empujado paso a paso hacia una estafa bien estructurada.
Uno de los principales riesgos del mundo de las criptomonedas es no saber quién está detrás de una plataforma. Según Protomártir, en muchos casos es imposible perseguir al responsable porque no se conoce su identidad real.
Aunque la CNMV puede emitir advertencias, no tiene facultades para cerrar páginas web, lo que permite que estas sigan captando víctimas incluso después de haber sido señaladas públicamente.
Plataformas reales vs páginas falsas
Asufin ha recibido consultas relacionadas con nombres como Hellobit, Degiro o Galaxy Digital, lo que evidencia la confusión entre empresas legítimas y sitios fraudulentos que imitan su imagen para generar confianza.
Webs bien diseñadas, perfiles atractivos en redes sociales y supuestas licencias falsas dificultan distinguir entre lo real y lo fraudulento.
¿Por qué las criptomonedas atraen a los estafadores?
Para el economista Albert Aroles, el entorno cripto resulta ideal para los fraudes debido a su carácter seudoanónimo y a la dificultad para rastrear las operaciones. Detrás de múltiples estafas puede encontrarse el mismo grupo organizado operando bajo distintos nombres.
Rastrear el dinero suele requerir la colaboración de exchanges y, en muchos casos, la intervención de autoridades, lo que complica aún más la recuperación de fondos.
Así funciona una estafa cripto
El primer contacto suele llegar a través de anuncios en redes sociales, mensajes privados, llamadas telefónicas o aplicaciones de citas. El gancho es una oportunidad “exclusiva”, resultados garantizados o la posibilidad de copiar a un trader experto.
Después se construye la confianza mediante perfiles elaborados, páginas profesionales y supuestas pruebas de ganancias. Una vez que la víctima invierte, se le muestran beneficios irreales en paneles falsos e incluso se permite retirar pequeñas cantidades para reforzar la ilusión.
Cuando el estafador busca exprimir al máximo, entra en juego la manipulación emocional, la urgencia y el miedo a perder la oportunidad. Finalmente, al intentar retirar el dinero, aparecen comisiones falsas, bloqueos y la desaparición total de la plataforma.
En el mundo de la inversión no existen garantías, y menos aún en un mercado tan volátil como el de las criptomonedas. Promesas de ganancias altas, constantes y sin riesgo son una señal de alerta inmediata.
Los expertos recomiendan desconfiar de cualquier mensaje no solicitado o anuncio que prometa resultados rápidos y seguros.

¿Qué revisar antes de invertir en criptomonedas?
Antes de invertir dinero, es importante verificar si la empresa está registrada o advertida por la CNMV, identificar quién está detrás del proyecto y buscar opiniones externas. También es fundamental evitar decisiones bajo presión y no compartir información personal con desconocidos.
Tomarse tiempo para investigar puede marcar la diferencia entre una inversión legítima y una pérdida total.
La protección de cuentas y wallets es esencial. Activar el doble factor de autenticación, usar contraseñas únicas y largas, y guardar la frase semilla fuera de línea reduce significativamente el riesgo de robo.
Nunca se debe ceder el control del dispositivo ni permitir accesos remotos, ya que es una de las tácticas más comunes utilizadas por los estafadores.
¿Qué hacer si ya fuiste víctima de una estafa?
Ante la sospecha de fraude, lo primero es dejar de enviar dinero de inmediato. Después, conviene guardar todas las pruebas, cambiar contraseñas, revocar accesos y presentar una denuncia ante las autoridades.
Aunque recuperar los fondos no siempre es posible, denunciar ayuda a frenar nuevas estafas y a proteger a otros inversores.


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