Conasami arrancó formalmente el proceso para definir los salarios mínimos que entrarán en vigor el 1 de enero de 2026, uno de los ajustes más observados cada año por trabajadores, empresas y especialistas. Aunque todavía no existe un porcentaje definido de incremento, el organismo ya prepara el análisis económico que servirá de base para la negociación entre los sectores obrero, patronal y gubernamental.

El Informe Anual: punto de partida para la negociación del salario mínimo

A finales de noviembre, la Dirección Técnica de Conasami presentará ante el Consejo de Representantes el Informe Anual sobre el comportamiento de la economía 2025, documento que reúne variables clave como inflación, crecimiento económico, productividad, mercado laboral y evolución del poder adquisitivo.

Este informe es la base para que los integrantes del consejo —representantes de trabajadores, empresarios y gobierno— analicen:

• Las propuestas de incremento de cada sector.
• El impacto económico de un aumento para 2026.
• La capacidad de las empresas para absorber costos laborales.
• La necesidad de mantener el avance del salario real, uno de los principales objetivos desde 2019.

La definición final se dará a conocer en diciembre, como ocurre cada año.

El salario mínimo en 2025: poder adquisitivo y recuperación histórica

El comunicado de Conasami aclara que aún no existe un monto autorizado para 2026, pero sí destaca la recuperación del ingreso en los últimos años:

• El salario mínimo general, actualmente en 278.80 pesos diarios, acumula una recuperación del 129.4% frente a su nivel de 2018.
• En la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN), el salario mínimo es de 419.88 pesos diarios, con una recuperación de 245.5%.

Estos incrementos han permitido que los trabajadores recuperen una mayor capacidad de compra. Hoy, con el salario mínimo general, es posible adquirir:

• 1.78 canastas básicas alimentarias, frente a la meta del gobierno de lograr 2.5 canastas básicas para 2030.
• En promedio, dicho ingreso permite comprar 13.1 kilos de tortilla, 5.8 kilos de huevo o 9.3 litros de leche, indicadores que la Conasami usa para medir el impacto real del salario en el bolsillo de las familias.

Objetivos del gobierno y expectativas para 2026

El gobierno federal ha reiterado que su objetivo es continuar la recuperación del poder adquisitivo sin generar presiones inflacionarias. Por ello, el ajuste para 2026 seguirá considerando:

• Que el salario mínimo siga superando la línea de bienestar, es decir, que alcance para adquirir una canasta básica.
• Un incremento que mantenga la tendencia positiva, pero cuidando la estabilidad macroeconómica.
• La diferencia entre regiones, especialmente la ZLFN, donde el costo de vida es significativamente más alto.

Aunque todavía es temprano para prever una cifra exacta, analistas anticipan que el aumento podría mantener el esquema de los últimos años, que mezcla un Monto Independiente de Recuperación (MIR) con un ajuste porcentual general.

¿Qué sigue en el proceso de definición del salario mínimo de Conasami?

Durante las próximas semanas, la Conasami analizará:

1. El Informe Anual sobre el comportamiento de la economía 2025.
2. Las propuestas de cada sector —empresarial, obrero y gubernamental—.
3. Las proyecciones de inflación para 2026.
4. El desempeño reciente del mercado laboral y los niveles de informalidad.
5. El impacto del salario mínimo en sectores sensibles como manufacturas, comercio y servicios.

Una vez obtenidas estas conclusiones, el Consejo de Representantes votará el aumento final, que será publicado en el Diario Oficial de la Federación para entrar en vigor el 1 de enero de 2026.

El proceso para definir el salario mínimo de 2026 ya está en marcha, pero aún sin cifras confirmadas. Lo claro es que la Conasami buscará mantener el ritmo de recuperación salarial logrado desde 2018, siempre bajo criterios de estabilidad económica. Con un salario mínimo que ya permite adquirir casi dos canastas básicas, el reto para 2026 será seguir avanzando hacia la meta planteada para 2030, sin afectar la viabilidad de las empresas ni la inflación.