Apple anuncia inversión histórica de 600 mil mdd en EU
En una jugada que podría redefinir la batalla tecnológica y comercial de los próximos años, Apple confirmó que invertirá 100 mil millones de dólares adicionales para expandir su producción en Estados Unidos, elevando a 600 mil millones de dólares su apuesta total en territorio norteamericano durante los próximos cuatro años.
El anuncio se realizó desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, con la presencia del presidente Donald Trump y el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, en medio de la creciente presión por los aranceles del 25% que el mandatario ha prometido imponer a cualquier dispositivo de la compañía fabricado fuera del país.
El mensaje de Trump: fabricar en Estados Unidos o pagar el precio
“Este es uno de los compromisos de inversión más importantes en la historia de nuestra nación”, declaró Trump durante la conferencia, en la cual elogió a Apple por repatriar parte de su línea de producción, especialmente luego del polémico anuncio de que los iPhone se ensamblarían en India para evitar aranceles a las importaciones desde China.
Taylor Rogers, vocero de la Casa Blanca, recalcó que la iniciativa forma parte de la agenda económica Estados Unidos Primero, diseñada para impulsar empleos manufactureros locales y reducir la dependencia de cadenas de suministro extranjeras.
¿En qué invertirá Apple los 600 mil millones de dólares?
Apple había anunciado previamente un plan de 500 mil millones de dólares, destinado a proyectos como:
- Una planta de fabricación de servidores en Houston, Texas,
- Una academia para proveedores en Michigan,
- Centros de investigación, energía renovable y expansión logística en Arizona, California y Florida.
Con los 100 mil millones adicionales, la firma pretende acelerar la construcción de nuevas líneas de ensamblaje, ampliar plantas existentes y atraer proveedores clave para producir componentes críticos –como chips, servidores y partes del iPhone– directamente en suelo estadounidense.
Protegiendo al iPhone: el corazón de la batalla arancelaria
Bloomberg reportó que la verdadera razón detrás de la gigantesca inversión es proteger a los productos estrella de Apple, en particular el iPhone, cuya fabricación principal ocurre actualmente en India, tras el traslado parcial desde China. Trump dejó claro que las importaciones de iPhone estarían sujetas a un impuesto del 25% si Apple no traslada su producción a suelo nacional.
La reacción del mercado fue instantánea: las acciones de Apple subieron 3.6%, su mayor alza en casi tres meses, reflejando la confianza de los inversionistas en que la empresa podrá sortear los riesgos arancelarios que amenazan sus márgenes de ganancia.
Tim Cook, el estratega detrás del plan
Tim Cook ha sido una de las voces más influyentes en Washington durante los años de guerra comercial con China. Su presencia junto a Trump envía un mensaje contundente: Apple buscará cooperación para evitar sanciones, mientras garantiza que sus productos sigan siendo competitivos en precio y tecnología.
“Este compromiso es una muestra de nuestra confianza en los trabajadores estadounidenses y en el futuro de la innovación local”, habría señalado Cook en conversaciones privadas, según fuentes cercanas.
Impacto económico: empleos, innovación y carrera tecnológica
Si Apple cumple su plan de 600 mil millones de dólares, el efecto sobre la economía estadounidense podría ser monumental:
- Miles de empleos directos e indirectos en fabricación avanzada
- Mayor independencia tecnológica en áreas estratégicas como chips y servidores
- Reducción en la vulnerabilidad de suministro global, golpeada desde la pandemia
Con ello, Estados Unidos busca evitar depender de Asia para bienes críticos en la era digital, reforzando su posición frente a China en la batalla por el liderazgo del siglo XXI.
¿Qué sigue para Apple y la guerra comercial?
Analistas consideran que esta maniobra podría abrir una nueva etapa de relocalización industrial, en la que empresas tecnológicas trasladan operaciones a Estados Unidos para evitar sanciones futuras. Sin embargo, advierten que los costos laborales más altos podrían traducirse en alzas de precio para futuras generaciones del iPhone, salvo que Apple logre compensar con automatización y economías de escala.
Por ahora, el gigante de Cupertino ha movido ficha con fuerza, señalando que está dispuesto a apostar como nunca antes por la producción estadounidense, siempre que eso le permita seguir dominando el mercado global sin sufrir el filo de los nuevos aranceles.


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