2025 ha comenzado con desafíos monumentales para México. En un panorama marcado por tensiones geopolíticas y cambios económicos en Norteamérica, Altagracia Gómez, coordinadora del Consejo Empresarial de la Presidencia de la República, ha asumido un rol clave en la defensa y promoción de México como destino de inversiones. Sin un cargo formal en el gabinete, la heredera del Grupo Minsa tiene una misión clara: convencer a inversionistas nacionales y extranjeros de mantener y expandir sus capitales en territorio mexicano.
Un panorama complicado: Trump, el T-MEC y la salida de Trudeau
La tarea de Gómez se ve complicada por varios factores externos. La próxima asunción de Donald Trump como presidente de Estados Unidos el 20 de enero introduce incertidumbre a la región. Su lema “Make America Great Again” podría traducirse en políticas proteccionistas y un enfoque expansionista que pondría en jaque las relaciones comerciales entre México y sus socios del T-MEC.
Por si fuera poco, Canadá se enfrenta a una crisis política tras la renuncia de Justin Trudeau como primer ministro, dejando un vacío en el progresismo regional y debilitando el balance frente a Estados Unidos.
El impacto del T-MEC en la economía mexicana
El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es esencial para el país. Según datos del US Census Bureau, las exportaciones mexicanas a Estados Unidos sumaron 466 mil 625 millones de dólares entre enero y noviembre de 2024. Este acuerdo sostiene más de 14 millones de empleos en México, y cualquier fisura podría tener efectos devastadores para la economía nacional.
El rol de Altagracia Gómez en este escenario
Altagracia Gómez enfrenta un reto doble:
- Desmentir los estigmas sobre México. Convencer a los inversionistas de que el país no está gobernado por los cárteles ni es un punto de contrabando chino.
- Construir confianza. Aprovechar su papel en la reunión del 15 de enero, cuando la presidenta Claudia Sheinbaum se reunirá con empresarios mexicanos y canadienses para reforzar los lazos comerciales.
Si bien Marcelo Ebrard y Juan Ramón de la Fuente lideran las negociaciones oficiales, el peso de Gómez como enlace empresarial será crucial.
¿Altagracia Gómez, una promesa o un riesgo?
La figura de Gómez genera expectativas encontradas. Por un lado, su juventud y herencia empresarial podrían aportar frescura y dinamismo. Por otro, su falta de experiencia gubernamental levanta dudas sobre si podrá navegar con éxito en un entorno tan complicado.
México en la balanza: el peso de las decisiones internas
A nivel interno, los cambios también generan ruido. La reciente decisión en Tultitlán de fusionar colonias bajo el nombre de “Cuarta Transformación” causó revuelo cuando los habitantes rechazaron la imposición arrancando las placas recién colocadas. Este tipo de situaciones refleja la falta de sintonía entre algunas políticas locales y las prioridades nacionales.
Reflexión final: el México que Altagracia Gómez debe proyectar
En un mundo de incertidumbre, México debe mostrarse como un destino confiable para las inversiones. Altagracia Gómez tiene la oportunidad de construir una narrativa que trascienda los estigmas y demuestre que el país puede ser un motor de desarrollo regional, a pesar de los retos externos e internos.
Su éxito dependerá no sólo de su capacidad para atraer inversiones, sino de su habilidad para proyectar un México más allá de sus conflictos y reforzar la idea de que aquí, las oportunidades no tienen fronteras.
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