El reinado de Max Verstappen tambalea tras su abandono en Austria
La historia reciente de la Fórmula 1 ha sido escrita con tinta neerlandesa. Max Verstappen, imparable durante cuatro temporadas, dominó como pocos lo han hecho. Pero toda hegemonía encuentra su punto de quiebre. Ese momento, según muchos, llegó en el Gran Premio de Austria 2025.
El piloto de Red Bull Racing abandonó en la primera vuelta en lo que debía ser su carrera más simbólica del año. No solo por ser en casa del equipo, sino porque representaba una oportunidad clave para frenar la creciente amenaza de McLaren y su joven estrella: Oscar Piastri.
Curva 3: el punto de quiebre de una temporada crítica
El incidente fue claro y cruel. Andrea Kimi Antonelli bloqueó en la curva 3 y chocó directamente con Max Verstappen, quien sin espacio para maniobrar quedó fuera de competencia apenas iniciada la carrera. Fue un golpe emocional y matemático.
Aunque el neerlandés aceptó con serenidad lo sucedido y no culpó a nadie, la realidad del campeonato se tiñó de rojo McLaren. Con la victoria de Piastri y el abandono de Max, la diferencia entre ambos se amplió a 61 puntos, una distancia difícil de remontar incluso para un tricampeón mundial.
Sanciones y puntos de penalización: la amenaza silenciosa
La situación de Max se agrava por una variable menos visible pero igual de peligrosa: su historial de penalizaciones. Con 9 puntos aún vigentes en su superlicencia, Verstappen camina por la cornisa, ya que acumular 12 en un periodo de 12 meses implica suspensión automática de una carrera.
Aunque logró librar una suspensión inmediata (le descontaron 2 puntos justo el 30 de junio), deberá mantener un manejo impecable hasta diciembre para evitar sanciones, ya que sus próximos puntos caducan paulatinamente entre octubre y diciembre, y algunos incluso hasta 2026.
Red Bull sin rumbo claro: ¿El fin de la era dominante?
Helmut Marko, siempre frontal, lo dijo sin rodeos: “Nos obliga a dar por perdido el campeonato”. La frase, lanzada tras el abandono, retrata el momento crítico de Red Bull, cuya unidad RB21 no ha dado los resultados esperados ni en confiabilidad ni en rendimiento.
Aunque se esperan nuevas actualizaciones técnicas en las próximas carreras —incluido un nuevo piso y ajustes en el alerón lateral—, el desarrollo no ha sido lo suficientemente competitivo frente al crecimiento vertiginoso de McLaren y la estabilidad que comienzan a mostrar Ferrari y Mercedes.
Piastri, Norris y la tormenta perfecta
El equipo de Woking ha encontrado un equilibrio temible. Piastri lidera con autoridad y Norris lo sigue de cerca. McLaren no solo ha sumado puntos valiosos, también ha aprovechado cada tropiezo del campeón defensor. El dominio de Red Bull en 2023 parece cosa del pasado.
Solo una actuación estelar —victorias consecutivas en las nueve carreras restantes, incluidos los sprints— podría darle a Verstappen el campeonato. Sin embargo, incluso ese escenario requeriría que Piastri no pase del segundo lugar en cada una de esas pruebas, lo cual, dadas las circunstancias, resulta casi utópico.
Las matemáticas del milagro: ¿aún hay esperanza?
Max cuenta con 155 puntos. Piastri, con 216. Si Verstappen ganara todo de aquí al Gran Premio de México (incluyendo sprints), llegaría a 396 puntos. Suponiendo que Piastri quede segundo en todo, sumaría 392. Solo cuatro puntos de diferencia decidirían el campeonato. Pero la Fórmula 1 no vive de cálculos ideales. Penalizaciones, fallas mecánicas, errores estratégicos y condiciones climáticas hacen de este deporte un caos organizado. Y ese caos, por ahora, no favorece al neerlandés.
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