La chequera de los Steelers está bajo asedio. T.J. Watt, su máquina defensiva, quiere un contrato a la altura de los más grandes y lo demuestra faltando a las OTAs. ¿Cederá Pittsburgh o veremos una guerra de desgaste?
La situación contractual: Un gigante defensivo subpagado (según el mercado)
En el ajedrez financiero que es la NFL, T.J. Watt se encuentra en una posición de fuerza, pero con un contrato que, a ojos del mercado actual, no refleja su valía. El estelar ala defensiva de los Pittsburgh Steelers está programado para ingresar al último año de su extensión de contrato firmada en 2021, un acuerdo de cuatro años y $112 millones. Para la temporada 2025, esto se traduce en un salario de poco más de $21 millones.
Si bien $21 millones anuales es una cifra considerable para la mayoría de los mortales, en el estratosférico mundo de los salarios de la NFL para jugadores de élite en su posición, resulta ser una ganga para los Steelers.
Comparativamente, este monto es aproximadamente la mitad de lo que perciben los pass rushers más cotizados de la liga. El ejemplo más claro es Myles Garrett, estrella de los Cleveland Browns, quien ostenta un contrato que le reporta $40 millones por temporada, convirtiéndolo en el defensor mejor pagado de toda la NFL.
Uno de los defensores más dominantes
A lo largo de sus ocho temporadas en la liga, Watt ha demostrado consistentemente ser uno de los defensores más dominantes y disruptivos, un verdadero «game changer». Por tanto, su argumento para sentirse infravalorado, al menos en términos relativos al mercado, tiene un fundamento sólido. Los Steelers, en su momento, aseguraron a su estrella con un contrato que hoy parece un negocio redondo para la franquicia, pero no tanto para el jugador.
Tabla: Comparativa Salarial: Pass Rushers de Élite NFL (Estimación 2025)
| Jugador | Equipo | Salario Anual Promedio Estimado (USD) | Fuente de Comparación |
|—|—|—|—|
| Myles Garrett | Cleveland Browns | $40 millones | |
| Nick Bosa | San Francisco 49ers | (Cifra alta de mercado similar) | (Conocimiento general) |
| Micah Parsons | Dallas Cowboys | (Cifra alta de mercado similar) | (Conocimiento general) |
| T.J. Watt | Pittsburgh Steelers | $21 millones (contrato actual) | |
Nota: Las cifras de Bosa y Parsons son ilustrativas del mercado de élite; el contrato de Garrett es el punto de referencia directo mencionado.
La medida de presión: Ausencia en las OTAs
Como suele suceder en estas tensas negociaciones contractuales, los jugadores buscan formas de ejercer presión. T.J. Watt ha optado por una táctica clásica: su ausencia en las Actividades Organizadas del Equipo (OTAs) de los Steelers, que son de carácter voluntario y se llevaron a cabo en la semana correspondiente a finales de mayo de 2025.
Aunque la franquicia o el jugador no confirmen oficialmente que la ausencia se deba a motivos contractuales, este tipo de «plantones» son una señal inequívoca en el lenguaje no verbal de la NFL. Envían un mensaje claro a la directiva: «No estoy contento con la situación actual y es momento de hablar en serio».
En busca de un acuerdo
Su hermano, el también legendario J.J. Watt, comentó recientemente en «The Pat McAfee Show» que estas situaciones, si no se manejan con el debido tacto y prontitud, pueden generar «resentimiento» y «sentimientos heridos» entre el jugador y el equipo, incluso si finalmente se llega a un acuerdo económico.
Las OTAs pueden ser «voluntarias» en el papel, pero la ausencia de un líder del vestuario y uno de los jugadores más importantes del equipo siempre resuena con fuerza. Watt está, sin duda, jugando sus cartas con la esperanza de forzar una negociación favorable.
La Postura de los Steelers: ¿Esperando a Rodgers o Subestimando a Watt?
Desde el seno de los Steelers, se intenta proyectar una imagen de calma y confianza. El linebacker Alex Highsmith, compañero de Watt en la defensiva, ha declarado públicamente que está «confiado en que no se irá a ninguna parte» y que el equipo hará «todo lo posible por llegar a un acuerdo». Highsmith reconoce a Watt como un «talento generacional» que ama la ciudad de Pittsburgh.
Sin embargo, algunos informes y análisis sugieren que la atención de la directiva de los Steelers podría haber estado desviada hacia otra potencial mega-contratación: la del mariscal de campo Aaron Rodgers. El propietario del equipo, Art Rooney II, incluso mencionó que estaban dispuestos a esperar «un poco más» por una decisión de Rodgers.
Esta posible distracción o priorización podría haber ralentizado las negociaciones para la extensión de Watt. La pregunta que surge es si los Steelers están gestionando correctamente sus prioridades.
¿Error estratégico?
Si bien la posición de mariscal de campo es vital en la NFL, arriesgarse a perder o a tener descontento a su mejor jugador defensivo por tacañería o por enfocar todos los recursos en una sola potencial adquisición sería, a juicio de este Juez, un error estratégico de bulto.
El caso de T.J. Watt pone sobre la mesa el eterno dilema que enfrentan las franquicias de la NFL: cómo recompensar adecuadamente a un «jugador generacional», como lo describió su compañero Highsmith, sin desestabilizar por completo la estructura salarial del equipo y sin comprometer la capacidad financiera para reforzar otras áreas críticas.
La decisión de pagarle a Watt una cifra que lo coloque entre los defensores mejor pagados de la liga, como dicta el mercado actual evidenciado por el contrato de Myles Garrett, podría tener un efecto dominó en futuras negociaciones con otros jugadores clave del plantel. Es un cálculo delicado que toda gerencia debe sopesar cuidadosamente.
Una rica tradición de los Steelers
Los Steelers, como organización, poseen una rica tradición de construir sus equipos a través del draft y, fundamentalmente, de retener a sus estrellas, fomentando una cultura de lealtad y pertenencia que ha sido pilar de sus éxitos. No obstante, la NFL contemporánea, caracterizada por salarios astronómicos, la agencia libre y carreras deportivas que pueden ser brutalmente cortas, pone a prueba constantemente esta nocicleta de lealtad.
La negociación de Watt podría convertirse en un barómetro crucial para determinar si la tradición de los Steelers puede coexistir armónicamente con las legítimas demandas financieras de las superestrellas modernas, o si, por el contrario, el pragmatismo económico y las duras realidades del tope salarial prevalecerán sobre la historia y el sentimiento.
Si los Steelers no logran satisfacer las expectativas de Watt, podrían sentar un precedente que futuras estrellas del equipo no pasarán por alto, erosionando esa idea de «lealtad» si se percibe que el club no valora adecuadamente a sus íconos en el momento cumbre de sus carreras.


TE PODRÍA INTERESAR