La carrera de José Luis Jair Soria, conocido mundialmente como Shocker, ha sido una montaña rusa de triunfos, carisma y batallas personales. Sin embargo, su última confesión ha dejado a sus seguidores preocupados y reflexivos. En una entrevista para el programa De Primera Mano, el luchador reveló que sufrió una recaída en su lucha contra las adicciones, una batalla que ha librado durante años.
“Cuando caes, llega la culpa, la conciencia, los problemas”, dijo con voz entrecortada. A sus 53 años, Shocker reconoce que la recuperación es cada vez más difícil y que el entorno en el que trabaja ha jugado un papel crucial en su recaída.
La tentación tras un evento: el inicio de la recaída
El 1000% guapo relató que todo comenzó tras una presentación en una arena, cuando aceptó un primer trago. Este acto, aparentemente inofensivo, se convirtió en un espiral de 20 días en los que dejó de lado compromisos profesionales, como su participación en un evento programado en la Arena Mezquital, en Nuevo León.
“Dejé trabajo tirado porque prefería que no me vieran en ese estado”, confesó Shocker, quien describió cómo la insistencia de algunas personas en su entorno contribuyó a su caída. “Hay quienes no entienden que tienes un problema y te incitan, te insisten… el ambiente, la fiesta, la convivencia”, explicó.
Un entorno profesional complicado
La lucha libre, un deporte que combina espectáculo y sacrificio, también puede ser un ambiente lleno de distracciones. Según Shocker, la presión social y la falta de límites en su entorno han dificultado su proceso de recuperación.
“Fallo mucho por esa inestabilidad, esa debilidad de no saber decir ‘no’”, admitió. Las convivencias después de los eventos, que incluyen aficionados y compañeros de profesión, se convierten en un campo minado para alguien que lucha contra el alcohol y las adicciones.
Reflexiones sobre el retiro del ring
En medio de esta lucha personal, Shocker confesó que está evaluando retirarse del cuadrilátero. Tras más de 30 años de carrera, considera que alejarse del ambiente luchístico podría ser clave para mantener su salud física y emocional.
“Quisiera que la próxima vez que la gente me vea frente a la cámara ya no sea pidiendo una disculpa”, expresó con determinación.
Aunque el retiro definitivo aún no está confirmado, Shocker ya tiene planes para mantenerse activo fuera del ring. Será la imagen de una empresa dedicada a préstamos a pensionados y planea conducir un programa de radio.
La batalla continúa: rehabilitación y esperanza
Shocker no es ajeno a los procesos de rehabilitación. Ha pasado tiempo en la clínica de Julio César Chávez, una de las más reconocidas en México, y asegura que está comprometido a recuperar su estabilidad. Sin embargo, es consciente de que el camino no es fácil y de que cada recaída representa una dura lección.
“Soy un enfermo, soy un adicto. Ya no soy un joven; la vida me está alcanzando, y recuperarme es cada vez más difícil”, confesó.
El legado del 1000% guapo
A lo largo de su carrera, Shocker se ha ganado un lugar especial en el corazón de los aficionados a la lucha libre. Su carisma y talento en el ring han hecho historia, y su honestidad al hablar de sus problemas personales lo convierte en un ejemplo de vulnerabilidad y humanidad.
Mientras reflexiona sobre su futuro, Shocker deja un mensaje claro: la lucha más importante no está en el cuadrilátero, sino en el día a día, enfrentando sus demonios con valentía y esperanza.
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