Brasil, la cuna del «jogo bonito», ha sido durante décadas el país que mejor ha representado el arte en el fútbol. Sus cinco Copas del Mundo y sus históricos jugadores, como Pelé, Romário, Ronaldo Nazário, y más recientemente Neymar, han maravillado a generaciones. Sin embargo, han pasado más de veinte años desde el último título mundial en 2002, y la afición brasileña sueña con volver a vivir momentos de gloria. Este sueño podría tomar forma de la mano de una alianza única: Ronaldo y Pep Guardiola. ¿Podrían devolverle a Brasil su mística ganadora?
Ronaldo Nazário, el héroe de 2002, apunta a la presidencia de la CBF
Ronaldo Nazário, ícono brasileño y protagonista en la victoria de 2002, no solo ha dejado su huella en el campo, sino que también ha desarrollado una carrera en la dirección deportiva, actualmente como presidente del Real Valladolid. Según fuentes confiables, Ronaldo estaría interesado en ocupar la presidencia de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), buscando un cambio en la estructura que lleve a Brasil a competir de nuevo en la élite mundial.
¿Una dupla explosiva con Guardiola?
El nombre de Pep Guardiola, uno de los técnicos más exitosos y revolucionarios de la última década, ha sido vinculado con la selección brasileña en más de una ocasión. Con su contrato con el Manchester City en revisión y tras la salida de Txiki Begiristain de la dirección deportiva del club, las especulaciones sobre su futuro crecen. Guardiola ha expresado públicamente su deseo de dirigir un equipo nacional en un Mundial, y la posibilidad de llevar el «jogo bonito» a un nuevo nivel con Brasil resulta sumamente tentadora.
Obstáculos en el camino: política y burocracia en la CBF
Aunque la idea de Ronaldo y Guardiola parece un sueño perfecto, la realidad es más compleja. Actualmente, Ednaldo Rodrigues es el presidente de la CBF y ha reformado los estatutos para permitir hasta tres mandatos consecutivos. Esta situación complica el camino para Ronaldo, quien tendría que asegurar apoyo de federaciones y equipos de las principales ligas brasileñas. Las elecciones están programadas para 2025, por lo que Ronaldo tiene un plazo limitado para ganar influencia y estructurar su candidatura.
La afición brasileña espera el regreso del «jogo bonito»
La posibilidad de un renacer en el estilo brasileño ha encendido la imaginación de la afición. La era de Neymar no ha traído los logros esperados, y muchos ansían un cambio que les permita competir con selecciones que hoy dominan el panorama futbolístico, como Francia, Argentina y España. Ronaldo y Guardiola simbolizan la esperanza de un regreso a la grandeza y de una combinación entre el talento brasileño y la disciplina táctica europea.
¿Qué futuro le espera a Brasil en el Mundial 2026?
Con el Mundial de 2026 en el horizonte, la CBF tiene la oportunidad de decidir el rumbo que tomará la selección. Si Ronaldo logra asumir la presidencia y convencer a Guardiola, podríamos ver a Brasil retomar el protagonismo. Sin embargo, si la burocracia prevalece y Rodrigues se mantiene en el cargo, el futuro de Brasil en el próximo Mundial podría mantenerse incierto.
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