La final de la Copa del Rey se ha convertido en un campo de batalla extradeportivo. El Real Madrid, con su canal de televisión a la cabeza, ha desatado una tormenta de acusaciones contra el arbitraje, llevando a los colegiados al límite. ¿Es una estrategia de presión o una campaña de acoso sin precedentes?
La previa de la final de la Copa del Rey 2025 se ha visto empañada por una intensa polémica arbitral, con el Real Madrid en el epicentro de la tormenta. El canal oficial del club, Real Madrid TV, ha sido acusado de intensificar los ataques y el «acoso constante» a los árbitros, generando un ambiente de tensión sin precedentes en el fútbol español.
Esta «guerra» del Real Madrid contra el arbitraje, amplificada por su propio canal de televisión, no es solo una queja deportiva, sino una táctica de presión institucional que busca influir en el poder y el control del fútbol español, trascendiendo lo deportivo para convertirse en un drama de poder.
Lágrimas y medidas históricas: La reacción de los árbitros
La presión ha llegado a tal punto que Ricardo de Burgos Bengoechea, el árbitro designado para la final, se quebró y lloró durante una conferencia de prensa previa, visiblemente afectado por los videos de Real Madrid TV.
Su compañero, Pablo González Fuertes (VAR de la final), no se quedó atrás y anunció que el estamento arbitral tomará «medidas más serias» e «históricas» para detener el «señalamiento constante» y la puesta en duda de su honestidad.
La reacción emocional de De Burgos Bengoechea y la amenaza de «medidas históricas» por parte del Comité Técnico de Árbitros (CTA) indican que la situación ha alcanzado un punto crítico, donde la integridad del arbitraje está en juego, y la «celebridad» del club se utiliza como una herramienta de coacción.
La furia de Tebas: «Esto no es fútbol, es control de poder»
Javier Tebas, presidente de LaLiga, se ha lanzado con una dureza inusual contra el Real Madrid y su presidente, Florentino Pérez. Tebas acusa al club blanco de buscar el «control de poder», señalando que no les gusta nadie que no haga «lo que él quiere» – ni Tebas, ni Ceferin (presidente de la UEFA), ni Louzán (presidente de la RFEF), ni siquiera los comentaristas de televisión. La frase lapidaria de Tebas: «No protesta, presiona. No se queja, amenaza.
No discrepa, castiga. No quiere mejorar el futbol, quiere su futbol» resume la postura de la liga y el sentir de muchos. Las declaraciones de Tebas y las quejas de los árbitros sobre el «acoso constante» demuestran que la crítica de Real Madrid TV ha cruzado la línea de la opinión a la «presión» y «amenaza».
Esto sugiere que el club utiliza su plataforma mediática no solo para defenderse, sino para ejercer una influencia desproporcionada sobre las decisiones arbitrales y las estructuras de poder del fútbol.
El Atlético de Madrid se une al grito: «Basta de manchar la imagen»
El Atlético de Madrid, eterno rival del Real Madrid, también ha alzado la voz de manera contundente. A través de sus redes sociales, el club colchonero posteó un mensaje que resonó en toda la afición: «Esto es insoportable. Basta de manchar la imagen del fútbol español #StopAcosoArbitralYa».
Este comunicado demuestra la polarización y el hartazgo generalizado que existe en la liga ante la situación. La reacción del Atlético de Madrid y la burla del Celta de Vigo revelan una creciente fatiga y resentimiento en la liga española hacia la percibida «victimización» y el poder desmedido del Real Madrid, lo que podría fracturar aún más la unidad entre los clubes.
El comunicado del Atlético de Madrid y el sarcasmo del Celta no son meros comentarios; son una muestra de que otros clubes están hartos de lo que perciben como un trato especial o una manipulación constante por parte del Real Madrid.
Esta dinámica de «nosotros contra ellos» va más allá de la rivalidad deportiva y se adentra en el terreno de la moral y la ética institucional. Si los clubes se sienten constantemente «acosados» o «presionados» por uno de los gigantes, esto podría llevar a una mayor desconfianza y fragmentación dentro de LaLiga, afectando la imagen general del fútbol español.
¿Boicot a la final? Un drama de última hora
La tensión fue tal que se llegó a rumorear que el Real Madrid consideró seriamente no presentarse a la final de la Copa del Rey por sentirse desfavorecido. Aunque el club finalmente confirmó que jugaría, apelando a «los valores del fútbol», este «show merengue» generó incluso la burla del Celta de Vigo, que se ofreció a jugar la final si los merengues no se presentaban. Un drama digno de una telenovela.


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