El estadounidense Rai Benjamin se convirtió en campeón mundial de 400 metros vallas este viernes en Tokio, después de una final marcada por la polémica. Tras cruzar la meta en primer lugar con un tiempo de 46.52 segundos, el atleta fue inicialmente descalificado bajo la regla TR22.6.3 de World Athletics —que sanciona cuando una valla derribada interfiere con otro competidor—. Sin embargo, su equipo presentó un recurso que prosperó minutos después, devolviéndole la medalla de oro y confirmando su triunfo más esperado.
Una final caótica y llena de tensión
Durante unos instantes, el brasileño Alison Dos Santos (46.84) fue ascendido al primer puesto, creyendo haber conseguido el oro. Finalmente, el sudamericano debió conformarse con la medalla de plata, mientras que el catarí Abderrahman Samba completó el podio con bronce (47.06).
El gran ausente del podio fue el noruego Karsten Warholm, campeón olímpico y mundial en años anteriores, quien llegó quinto con 47.58 tras sufrir problemas físicos en pleno esfuerzo.
Benjamin relató que la confusión en los minutos posteriores fue angustiante: “Estábamos sentados y Dos Santos dijo que los árbitros estaban examinando la carrera. Pregunté si había pisado la línea o qué había ocurrido. Ver mi nombre descalificado fue un shock, pero respiré aliviado cuando corrigieron la decisión”.
La revancha de Tokio 2021
Más allá del caos en la pista, esta victoria tiene un significado especial para Benjamin. En los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, en la misma pista, había conseguido la plata olímpica con un registro de 46.17, aún la segunda mejor marca de la historia, solo por detrás del récord mundial de Warholm (45.94).
Ahora, a sus 28 años, el vallista neoyorquino logra su primer título mundial individual, después de acumular dos platas (2019 y 2022) y un bronce (2023). Además, suma este oro a sus dos títulos mundiales con el equipo estadounidense en el relevo 4×400 metros.
Alison Dos Santos, orgullo brasileño
Para Alison Dos Santos, la medalla de plata representa otro capítulo importante en su carrera. Bronce olímpico en 2021 y 2024, y campeón mundial en 2022 en Eugene, el paulista valoró el resultado con deportividad: “Si no pasa nada irregular, no es así como quiero ganar el oro. Quiero hacerlo corriendo y ganando en la pista. Así que no estoy triste por la plata, estoy feliz”.
Con esta presea, Brasil suma su decimoctava medalla en campeonatos mundiales de atletismo, aunque solo dos han sido de oro: la del propio Dos Santos en 2022 y la de la garrochista Fabiana Murer en 2011.
Warholm, la gran decepción de la noche
La final dejó también una imagen inesperada: la de un Karsten Warholm visiblemente frustrado tras llegar quinto. El noruego, que había firmado semanas antes en Polonia la tercera mejor marca de la historia (46.28), explicó que un problema físico le impidió competir al máximo nivel: “Sentí un pinchazo en el muslo. Intenté apretar, pero fue un desastre. Sabía que estaba bien, por eso este resultado es tan decepcionante”.
Un oro que cambia la historia de Benjamin
La victoria de Rai Benjamin no solo le da el oro mundial que tanto se le había resistido, sino que también consolida su lugar en la élite del atletismo. Su triunfo, en medio de la incertidumbre y la presión, confirma que la perseverancia puede más que las polémicas.
El Mundial de Tokio quedará en la memoria como la edición en la que Rai Benjamin pasó de la angustia de una descalificación a la gloria de convertirse en campeón del mundo de los 400 metros vallas. Alison Dos Santos reafirmó su lugar entre los mejores con una plata valiosa, mientras que Warholm protagonizó la sorpresa negativa de la jornada. Con este resultado, Benjamin no solo rompe su maldición en los mundiales, sino que escribe una de las historias más emocionantes del atletismo reciente.


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