Pablo Barrera, conocido como ‘El Dinamita’, disputó su último partido como futbolista profesional con Querétaro en un duelo que terminó 1-0 frente a Mazatlán, correspondiente a la jornada 16 del torneo Apertura 2025. El Estadio Corregidora fue testigo del cierre de una carrera de dos décadas marcada por momentos destacados tanto en México como en el extranjero.

Un homenaje a su trayectoria

El encuentro se convirtió en una celebración para Barrera, quien recibió el cariño de la afición desde su llegada al campo. Los seguidores corearon “olé, olé, Pablo, Pablo” mientras un dron sobrevolaba el estadio llevando una manta con el número ocho, el dorsal que el jugador portó durante gran parte de su carrera. Este gesto simbólico fue un reconocimiento al legado de un jugador que logró mantenerse competitivo pese a lesiones y cirugías a lo largo de los años.

Una carrera internacional y llena de logros

Barrera, de 38 años, deja atrás una trayectoria que incluye un título de liga con Pumas y participación en la selección mexicana. Además, tuvo pasos destacados en Europa, jugando con clubes como West Ham en Inglaterra y Real Zaragoza en España. Su carrera estuvo marcada por la resiliencia, superando cuatro cirugías de ligamento, dos en cada rodilla, que podrían haber puesto fin a su carrera, pero que no lograron detener su pasión por el fútbol.

Contribución clave en el último partido

Durante su despedida, Barrera salió al campo como titular y fue determinante en la jugada del gol que le dio la victoria a Querétaro. Se filtró por la banda derecha y envió un pase preciso a Alí Ávila en el minuto 58, quien remató de cabeza para marcar el único tanto del encuentro. Su participación dejó claro que, incluso en su último partido, Barrera mantenía la visión y la técnica que lo caracterizaron a lo largo de su carrera.

Implicaciones para Querétaro y Mazatlán

Con este triunfo, los Gallos se mantienen en la posición 15 de la tabla con 14 unidades, manteniendo una leve posibilidad de acceder a la liguilla mediante el play-in. Por su parte, Mazatlán continúa con dificultades y suma cuatro partidos consecutivos sin ganar, ocupando un escalón debajo de Querétaro en la clasificación. Este resultado refleja la lucha de ambos equipos por mantenerse competitivos en la recta final del torneo.

Legado dentro y fuera de la cancha

Más allá de los números, Pablo Barrera deja un legado que trasciende lo deportivo. Su profesionalismo, capacidad de recuperación ante lesiones graves y compromiso con cada equipo que defendió lo consolidan como un referente del fútbol mexicano. Para muchos aficionados, su retiro simboliza el fin de una era que combinó talento, entrega y amor por el juego.

La despedida de un ídolo

El adiós de Barrera no solo fue emotivo por lo logrado dentro del campo, sino también por la manera en que la afición lo celebró. Los cánticos, las mantas con su número y el reconocimiento generalizado reflejan la huella que dejó en el fútbol mexicano. Su historia sirve de ejemplo para futuras generaciones de jugadores, demostrando que la constancia y la pasión son tan importantes como el talento natural.

El partido ante Mazatlán fue el escenario ideal para que Pablo Barrera cerrara su carrera con una victoria y un homenaje merecido. Su legado permanecerá en la memoria de los aficionados, en la historia del Querétaro y en la trayectoria del fútbol mexicano, dejando la puerta abierta a nuevas generaciones que sigan el ejemplo de esfuerzo y dedicación que él encarnó.