Aguirre y México, atrapados en la tormenta de la fecha FIFA
Cada partido de México se ha convertido en un examen de fuego. El empate 0-0 contra Japón dejó un aire de frustración, y el 2-2 ante Corea del Sur no hizo más que mantener el suspenso alrededor de Javier Aguirre. Para el estratega, cada encuentro parece ser una prueba de supervivencia, como si de esos 90 minutos dependiera su permanencia rumbo al Mundial.
El peso de la afición mexicana en Estados Unidos
Con más de 20 mil seguidores en el Geodis Park, la mayoría mexicanos, el partido estuvo lejos de ser un simple amistoso. El público exigía goles, espectáculo y sobre todo certezas. Sin embargo, lo que vio fue un equipo intermitente, capaz de golpear primero pero también de diluirse en la confusión táctica.
Raúl Jiménez abre la esperanza con un cabezazo
Cuando Corea parecía más peligrosa, un centro por derecha de Rodrigo Huescas encontró la cabeza de Raúl Jiménez, quien definió el 1-0 al minuto 22. Fue un instante de alivio, un respiro en medio de la presión, pero también la única chispa del delantero del Fulham en todo el encuentro.
El vendaval coreano con Son Heung-Min como protagonista
El ingreso de Son Heung-Min cambió la historia. El atacante, referente de Corea y estrella en la Premier League, no tardó en demostrar su calidad. Con un zurdazo de volea empató el partido al 65 y, poco después, fue clave en la jugada que terminó en el 2-1 de Oh Hyeon-gyu al 75. Aguirre parecía sin respuestas y el Tricolor naufragaba en medio de la tormenta.
Santiago Giménez evita la derrota en el último suspiro
Cuando todo parecía perdido, Santiago Giménez se inventó la jugada del empate. Con una media vuelta dentro del área, el delantero del Milán encontró el 2-2 en el tiempo de compensación (90+4). El grito del gol fue de alivio, pero también de advertencia: México sigue sin convencer.
Una selección bajo la lupa a un año del Mundial
Si ante Japón la crítica fue por la falta de gol, frente a Corea las dudas se enfocaron en la fragilidad defensiva y en la ausencia de un plan de juego sólido. La afición reconoció el esfuerzo, pero volvió a cuestionar el nivel mostrado a menos de un año del Mundial. Aguirre, entre el desgaste y la presión, vive días de máxima tensión.


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