El italiano Jannik Sinner, actual número dos del mundo, volvió a mostrar un tenis implacable al derrotar al australiano Álex De Miñaur (7º) por 6-3 y 6-4 en la semifinal del ATP 500 de Viena, asegurando así su pase a la final del torneo austríaco. El domingo se medirá con Alexander Zverev, tercero del ranking mundial, en un duelo que promete intensidad y revancha.
La victoria consolida el excelente momento de Sinner, quien ha ganado sus cuatro partidos de la semana sin ceder sets, demostrando estar completamente recuperado de las molestias físicas que lo obligaron a abandonar el Masters 1000 de Shanghái a principios de mes.
Una racha impecable ante De Miñaur
Con el triunfo de este sábado, Sinner extendió su dominio absoluto sobre el australiano, a quien ha vencido en los doce enfrentamientos previos que han disputado. De Miñaur, reconocido por su velocidad y solidez defensiva, no logró encontrar respuestas ante la potencia y consistencia del juego del italiano.
En su duelo más reciente, en el torneo de Pekín, el australiano había logrado al menos arrebatarle un set, pero en Viena fue superado de principio a fin. Sinner impuso el ritmo con su servicio potente y precisos golpes desde el fondo de la pista, cerrando el partido en poco más de una hora y veinte minutos.
El jugador nacido en San Cándido, de 24 años, se mostró sereno y concentrado durante todo el encuentro. Cada vez que De Miñaur intentó acortar los puntos o subir a la red, Sinner respondió con passing shots demoledores y una gran lectura del juego.
Octava final del año para un Sinner en estado de gracia
Esta será la octava final de 2025 para Sinner, quien atraviesa la mejor temporada de su carrera. El italiano ya ha conquistado tres títulos en el año: el Abierto de Australia, Wimbledon y el torneo de Pekín. Además, alcanzó instancias decisivas en otros torneos de alto nivel, confirmando su condición de candidato al número uno del mundo.
La única piedra en su camino ha sido el español Carlos Alcaraz, actual líder del ranking, quien es el único jugador que ha logrado vencerlo en una final este año (en Roma, Roland Garros, Cincinnati y el Abierto de Estados Unidos). La ausencia del murciano en Viena abrió el camino para que Sinner dominara la competencia sin mayores sobresaltos.
Con un estilo cada vez más completo y una madurez competitiva que se nota en su lenguaje corporal y control emocional, Sinner parece haber dejado atrás los altibajos físicos y mentales que marcaron sus inicios en el circuito.
Zverev, el último obstáculo rumbo al título
En la final del domingo, Sinner se enfrentará a Alexander Zverev, número tres del mundo, quien venció al también italiano Lorenzo Musetti (8º) por 6-4 y 7-5 en la otra semifinal. Será la segunda vez en la temporada que ambos disputen una final, luego del enfrentamiento en el Abierto de Australia, donde Sinner se impuso en tres sets.
Para el alemán, esta será su cuarta final del año, y llega con la motivación de intentar romper la racha negativa ante el italiano, a quien no ha logrado vencer desde el Abierto de Estados Unidos de 2023. Ambos se conocen bien y sus enfrentamientos suelen ser de alto nivel técnico y emocional, con largos intercambios desde el fondo y estrategias cambiantes.
La superficie rápida del Wiener Stadthalle podría favorecer a Sinner, cuya precisión con el revés y su agresividad en los puntos cortos lo convierten en uno de los jugadores más peligrosos del circuito indoor. Sin embargo, Zverev también se siente cómodo bajo techo, apoyado en un servicio contundente y un revés paralelo de gran eficacia.
Un cierre de temporada prometedor
Después de su paso por Viena, Sinner viajará a París para disputar el Masters 1000, última escala antes del ATP Finals de Turín (9 al 16 de noviembre), donde buscará coronar una temporada histórica ante su público.
La victoria en Viena, de concretarse, sería un impulso moral y simbólico en su carrera. No solo le permitiría sumar puntos clave en la lucha por el número uno mundial, sino que consolidaría su imagen como el jugador más consistente del circuito en 2025.
El ascenso de Sinner no ha sido casualidad: su disciplina, su preparación mental y su enfoque técnico lo han convertido en un referente de la nueva generación del tenis mundial. En Viena, volvió a demostrar por qué es hoy uno de los tenistas más temidos y respetados.
Con Zverev al frente como último desafío, el domingo promete un espectáculo de primer nivel: dos gigantes del tenis moderno luchando por cerrar con broche de oro la gira europea bajo techo. Y, si Sinner mantiene su nivel actual, el título en Viena podría ser otro paso firme hacia el trono del tenis mundial.


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