Cruz Azul arrasa y conquista la Concacaf Champions Cup 2025
Cruz Azul firmó anoche una de las noches más memorables de su historia reciente al imponerse 5-0 a Vancouver Whitecaps en el Estadio Olímpico Universitario. Con un despliegue futbolístico de principio a fin, el equipo celeste se proclamó campeón de la Concacaf Champions Cup 2025, sumando así su séptima estrella internacional y asegurando su pase al Mundial de Clubes 2029, además de un jugoso premio económico.
El conjunto cementero, dirigido por Vicente Sánchez —quien vivió su último partido como técnico—, dominó cada centímetro de la cancha. Desde el silbatazo inicial, Cruz Azul dejó claro que no había lugar para las dudas ni las sorpresas. La afición celeste, hambrienta de gloria tras años de altibajos, vibró con cada gol y coreó cada nombre, recordando a aquel equipo aguerrido que alguna vez conquistó México y América.
Ángel Sepúlveda se pinta de héroe
El héroe de la noche fue Ángel Sepúlveda, quien con un doblete reafirmó su condición de goleador del torneo. Ignacio Rivero, el capitán, abrió la cuenta tras un pase filtrado de Rodolfo Rotondi, desatando el júbilo en el Olímpico Universitario. Faravelli aprovechó un error defensivo para colocar el 2-0 con un potente derechazo que hizo retumbar las gradas.
Y entonces llegó el momento de Sepúlveda. Su primer gol llegó tras un servicio milimétrico de Rotondi; el segundo, con un soberbio cabezazo que parecía sacado de un manual de delantero letal. Finalmente, Mateusz Bogusz cerró la cuenta al aprovechar un rebote en el área tras un servicio de Jorge Sánchez que la zaga canadiense no pudo despejar.
Una afición entregada
Con cada gol, la afición se entregaba aún más. “Olé, olé, olé, campeón, campeón” se escuchaba como un eco ensordecedor. La ola apareció y el nombre de Vicente Sánchez retumbó en las gradas como agradecimiento al técnico uruguayo que, aunque no continuará, se va con la frente en alto y un título bajo el brazo.
La goleada de Cruz Azul no solo significó la copa; fue la reivindicación de un equipo que había sufrido eliminaciones dolorosas en Liga MX y que, con esta corona internacional, cerró el semestre de manera épica. La deuda histórica con su afición quedó saldada.
Un Vancouver perdido
Vancouver Whitecaps, por su parte, no encontró el camino. El equipo canadiense jamás inquietó el arco celeste y apenas fue un espectador más de la fiesta cementera. Ni el tiempo extra hizo falta: Cruz Azul sentenció la final en el tiempo reglamentario y celebró como solo ellos saben hacerlo: a lo grande.
Con este título, Cruz Azul obtiene el pase al Mundial de Clubes 2029, la clasificación a la Copa Intercontinental de este año y un premio económico de cuatro millones de dólares que reforzará las arcas celestes. La Máquina vuelve a rugir.
Vicente Sánchez, entre abrazos y aplausos, dijo adiós. Pero dejó un legado imborrable y una estrella más para la colección. La historia de Cruz Azul se sigue escribiendo.
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