La telenovela por la salida de Martín Anselmi de Cruz Azul rumbo al FC Porto ha sumado un capítulo explosivo.
La directiva cementera ha salido con los tachones por delante, acusando al club
portugués de una flagrante violación a un «acuerdo de confidencialidad» al filtrar
públicamente los detalles financieros del millonario pacto que selló la
desvinculación del entrenador argentino. Se habla de una cifra que ronda los 3.5
millones de dólares y la amenaza de un nuevo frente legal que podría llegar hasta las
últimas consecuencias.
El Origen del Conflicto: Una Salida Anunciada y Denunciada
Para entender la magnitud del enojo celeste, hay que rebobinar la cinta. El conflicto
se desató cuando Martín Anselmi abandonó el timón de Cruz Azul en pleno Clausura
2025 para enrolarse con el Porto. Desde La Noria, la movida fue vista como una
traición y un claro incumplimiento de contrato, al punto de presentar una denuncia
formal ante la FIFA. La herida, lejos de cerrar, parece haberse infectado.
Tras semanas de tensión y negociaciones por canales privados, se había llegado a un
supuesto consenso económico para zanjar la disputa. Incluso, algunas fuentes
señalan que el acuerdo se cerró ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), con un
pago por parte de Anselmi o el Porto de alrededor de 3 millones de dólares a Cruz
Azul. Sin embargo, la cifra que ahora sale a la luz, y que sería el detonante de la nueva
crisis, es de 3.5 millones de dólares, revelada por el Porto a la Comisión del Mercado
de Valores Mobiliarios de Portugal.
El Acuerdo «Secreto» y la Furia Cementera
Es precisamente esta divulgación lo que ha hecho estallar a la directiva de Cruz Azul.
Acusan al Porto de romper unilateralmente una cláusula de confidencialidad que
blindaba los detalles económicos del traspaso. «No revelaremos los montos de pago
acordados», sentenció Cruz Azul en un comunicado, ratificando su postura de
mantener la reserva y subrayando que los pagos se establecieron en dólares, con
plazos entre mayo de 2025 y abril de 2026.
La filtración de estos datos financieros confidenciales en el fútbol de élite raramente
es una simple indiscreción. A menudo, se interpreta como una táctica de presión,
una demostración de poder entre clubes, o incluso, como en este caso, una acción
que puede tener serias repercusiones legales y dañar la reputación de las
instituciones. Este episodio evidencia la fragilidad de los llamados «pactos de
caballeros» cuando hay millones de dólares y egos directivos en juego. La conducta
del Porto, según Cruz Azul, «no se ajusta a lo pactado» y podría desencadenar una
nueva batalla legal.
Batalla de Comunicados y Percepción Pública
Cada club, como es natural en estas contiendas, intenta manejar la narrativa a su
favor. Cruz Azul se victimiza, presentándose como el agraviado por una ruptura de
confianza. Por su parte, el Porto, al informar a una entidad regulatoria como la
comisión de valores, podría argumentar que actuó bajo un imperativo de
transparencia hacia sus accionistas y el mercado.
Este tipo de disputas, amplificadas por los medios de comunicación y las redes
sociales, no solo tensan la relación entre los clubes implicados, sino que también
erosionan la confianza de los aficionados en la ética y la transparencia de las
directivas deportivas. Se abre la «caja negra» de las negociaciones, revelando un
mundo donde lo que se dice en público a menudo difiere de lo que se sella en
privado, y donde la ruptura de esa confianza puede tener consecuencias
impredecibles.
¿Quién tiene la razón en esta guerra de millones y acusaciones? ¿Debería Cruz Azul
llevar al Porto nuevamente ante la FIFA? ¡Opina sobre este escándalo directivo!
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