La herida sigue abierta y sangrando en el fútbol mexicano. La polémica actuación del árbitro Marco Antonio «El Gato» Ortiz en el partido de cuartos de final entre Tigres y Necaxa, que culminó con la clasificación de los felinos a semifinales del Clausura 2025, es el tema dominante en todas las conversaciones deportivas de hoy. La validación de un gol agónico para Tigres, precedido de una aparente y muy reclamada falta sobre un defensor de Necaxa , ha puesto al silbante en el epicentro de un huracán de críticas.
No publican audios del VAR
Lo que ha transformado la indignación en un clamor generalizado es la opaca gestión de la Comisión de Arbitraje de la FMF. En una decisión que ha sorprendido y enfurecido a muchos, se determinó NO publicar los audios de la revisión del VAR correspondientes a esa jugada crucial.
Esta práctica, que en el pasado reciente se había utilizado para aportar transparencia y explicar decisiones controvertidas, ahora brilla por su ausencia, alimentando todo tipo de suspicacias y la percepción de un intento de encubrimiento para proteger al colegiado.
Voces Autorizadas Piden Sanciones Las reacciones no se han hecho esperar y han sido contundentes. Arturo Brizio Carter, ex presidente de la propia Comisión de Árbitros y voz autorizada en el análisis arbitral, no tuvo reparos en calificar a Ortiz de «soberbio» y afirmar que la decisión de validar el gol fue un error flagrante que debería marginar al árbitro de lo que resta de la Liguilla.
«No es santo de mi devoción el Gato Ortiz, creo que es un muchacho soberbio, pero no es un árbitro cobarde. Que una decisión arbitral defina la eliminatoria tendría que ser en automático una eliminación del árbitro.» – Arturo Brizio Carter.
Las redes estallan
La furia de la afición y la presión de los Clubes, pero la crítica más sonora proviene de la afición. Las redes sociales se han convertido en un hervidero de comentarios que van desde la acusación directa de «robo» y «corrupción arbitral» hasta la exigencia de sanciones ejemplares y la «cabeza» de Ortiz.
La frustración es palpable, y la figura del «Gato» Ortiz se ha convertido en el símbolo del descontento con el nivel del arbitraje mexicano. Incluso, ha trascendido que directivos de clubes importantes como Cruz Azul y Chivas estarían elevando quejas formales pidiendo un castigo para Ortiz y que se le impida dirigir partidos de alta trascendencia en el futuro cercano.
Este malestar se ve agravado por el recuerdo de que Ortiz ya había sido enviado a terapia psicológica por la Comisión en el pasado debido a problemas con su temperamento y manejo de la presión en el campo.
La decisión de la Comisión de Arbitraje de no ofrecer transparencia mediante los audios del VAR es vista como un grave error estratégico que daña profundamente la ya mermada credibilidad del arbitraje en México. Lejos de calmar las aguas, esta postura genera una percepción de encubrimiento y de que no existe una verdadera voluntad de rendición de cuentas.
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