Un duelo con sabor a supervivencia en Azerbaiyán
En el corazón de Bakú, el Chelsea vivió una noche de emociones encontradas. El conjunto inglés, que llegaba presionado por mantenerse en la pelea por los octavos de final de la Liga de Campeones, se enfrentó a un Qarabag que no se achicó ante el campeón del Mundial de Clubes. Desde el primer minuto, el ritmo fue intenso, con un ambiente cargado y miles de aficionados locales empujando a los suyos hacia una gesta.
Fue el joven brasileño Estevao, la nueva joya surgida del Palmeiras, quien adelantó a los Blues al minuto 16. Su gol, un disparo certero tras una combinación rápida en el área, parecía encaminar el partido para los londinenses. Sin embargo, la reacción de los azeríes fue inmediata y contundente.
Qarabag sorprende y remonta antes del descanso
El Qarabag encontró su recompensa gracias a la determinación de Leandro Andrade. El delantero caboverdiano aprovechó un rebote en el área para igualar el marcador al minuto 29. El estadio estalló. Lo que parecía una noche de trámite para el Chelsea se transformó en una batalla abierta.
Diez minutos después, un penal de Marko Jankovic le dio la vuelta al encuentro. El montenegrino engañó al arquero y desató la euforia local. El 2-1 al descanso era un golpe duro para el equipo inglés, que se marchó al vestuario con el peso de la responsabilidad sobre los hombros.
Garnacho, el alma del empate en Bakú
En la segunda mitad, el Chelsea salió con otra actitud. La presión alta y la velocidad por las bandas volvieron a generar peligro, hasta que llegó el momento decisivo. En un contragolpe, Alejandro Garnacho intentó conectar con Estevao, pero la defensa cortó el pase. El rebote, sin embargo, cayó en los pies del argentino, que con su pierna izquierda soltó un disparo potente e imposible para el arquero. El 2-2 al minuto 53 devolvió el alma a los Blues.
El tanto de Garnacho, más que un gol, fue una declaración de carácter. Con apenas 20 años, el argentino volvió a demostrar por qué se ha convertido en una pieza clave en el esquema inglés. Su energía y atrevimiento marcaron el ritmo del equipo en los minutos finales.
Un punto que vale oro para el Chelsea
Con este empate, el Chelsea suma siete puntos y se mantiene en la zona de clasificación al repechaje para los octavos de final. El resultado no solo evita un tropiezo inesperado, sino que consolida la idea de un equipo en reconstrucción que busca recuperar su identidad en Europa.
El técnico inglés apostó por la juventud y no se equivocó. Estevao y Garnacho fueron los protagonistas de una noche que reafirma el potencial de la nueva generación. La afición, aunque deseaba la victoria, reconoció el esfuerzo y la garra mostrada hasta el último minuto.
El reto que viene: FC Barcelona en Londres
El Chelsea cerrará la fase de grupos con un partido clave ante el FC Barcelona a finales de noviembre. El duelo en Stamford Bridge promete ser una final anticipada. Los Blues necesitan una victoria para asegurar su clasificación directa y seguir soñando con una nueva aventura europea.
En el horizonte, la ilusión de los octavos sigue viva, impulsada por dos jóvenes talentos sudamericanos que hoy cargan con la esperanza de una hinchada acostumbrada a la gloria.


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