Una noche perfecta en Johan Cruyff
El Estadio Johan Cruyff fue testigo de una de las actuaciones más completas del FC Barcelona en lo que va de temporada. Con apenas seis mil espectadores presentes, el equipo de Flick ofreció una exhibición futbolística que ilusiona a la afición culé. No fue en el Spotify Camp Nou ni en el Olímpico Lluís Companys, pero el escenario alternativo vibró como si se tratara de una final europea.
Fermín abre el camino con un golazo
El marcador se inauguró en el minuto 29 con una jugada que reflejó la esencia del fútbol de asociación del Barça. Ferran Torres, de espaldas al arco, recibió un pase de Cubarsí y habilitó de primeras a Fermín López, quien definió con un derechazo cruzado. Ese tanto no solo abrió el marcador, sino también el entusiasmo de una afición que pedía goles y espectáculo.
Raphinha y Lewandowski firman la goleada
El Valencia intentó reaccionar con acercamientos aislados de Hugo Duro y Casadó, pero el dominio culé fue absoluto. En la segunda mitad, el vendaval ofensivo se desató. Raphinha apareció con potencia en el minuto 66 para firmar el 4-0 con un disparo imposible para el arquero. Robert Lewandowski, siempre letal en el área, anotó dos tantos más que confirmaron su vigencia como líder ofensivo del equipo. El 6-0 definitivo llegó con un toque sutil del polaco que cerró la noche con broche de oro.
Regresos que emocionan a la afición
Más allá de la goleada, hubo un momento especial para la afición: el regreso de Marc Bernal tras un año de baja por lesión. Su entrada al campo fue celebrada como un triunfo en sí mismo, demostrando que este Barcelona no solo celebra goles, sino también la recuperación de piezas clave para el futuro.
Un triunfo que aprieta la cima de LaLiga
Con este resultado, el Barcelona escaló al segundo lugar de la tabla, quedando a solo dos puntos del Real Madrid, líder de LaLiga. La goleada no solo representa tres puntos valiosos, sino también un golpe anímico que fortalece al grupo de Flick. Con Raphinha, Fermín y Lewandowski en estado de gracia, los culés enviaron un mensaje claro: están listos para luchar hasta el final por el campeonato.
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