Imagina estar sentado en tu sala o manejando al trabajo mientras respiras profundamente. Sin darte cuenta, podrías estar inhalando hasta 68,000 partículas microplásticas por día. Este alarmante dato no proviene de una película de ciencia ficción, sino de un estudio reciente realizado por científicos franceses de la Universidad de Toulouse.
“Dondequiera que miremos, encontramos microplásticos”, afirma el equipo liderado por la investigadora Nadiia Yakovenko. El hallazgo fue publicado el 30 de julio en la revista científica PLOS One, y ha encendido las alertas de la comunidad médica y ambiental.
¿Qué tan pequeñas son estas partículas y por qué preocupan?
Investigaciones anteriores subestimaron el problema al centrarse en partículas de 20 a 200 micrómetros. El nuevo estudio fue más allá, midiendo partículas de apenas 1 a 10 micrómetros, lo suficientemente pequeñas como para adentrarse profundamente en los pulmones y, potencialmente, llegar al torrente sanguíneo y al cerebro.
En ambientes cerrados como departamentos y automóviles, las cifras son más elevadas. Los investigadores detectaron hasta 2,238 partículas por metro cúbico dentro de vehículos en movimiento. El 94% de estas partículas eran del tipo más fino, lo que incrementa el riesgo de efectos en la salud.
El plástico está dentro de ti, aunque no lo sepas
No solo respiramos plástico. Estudios anteriores han encontrado microplásticos en pulmones, hígado, intestinos, sangre, testículos y hasta en el semen. Un estudio de 2024 incluso halló microplásticos en el bulbo olfatorio del cerebro de 8 de cada 15 personas analizadas post mortem.
Aunque todavía no existe consenso científico sobre su impacto exacto, los indicios son preocupantes. Otro estudio, presentado en abril en la reunión del Colegio Americano de Cardiología, asoció la exposición a microplásticos con un aumento de enfermedades como hipertensión, diabetes y accidentes cerebrovasculares.
¿Qué puedes hacer ante esta amenaza invisible?
Por ahora, reducir la exposición a ambientes cerrados con poca ventilación y evitar materiales plásticos innecesarios en el hogar podría ser un primer paso. Utilizar purificadores de aire con filtros HEPA también puede ayudar a mitigar el problema.
El enemigo invisible está en el aire
Los microplásticos ya no son solo una amenaza marina. Están en el aire que respiras, en los espacios que habitas y dentro de tu cuerpo. El estudio de Yakovenko abre una nueva etapa en la investigación sobre contaminación y salud, una que ya no podemos ignorar.
