Cómo el estrés y el cortisol afectan la salud del cabello
El estrés no solo altera el ánimo y el descanso: también afecta directamente la salud del cabello. Según el doctor Antonio Leone, experto en Cirugía Capilar del Hospital Capilar, los altos niveles de cortisol —la hormona del estrés— pueden alterar el ciclo de crecimiento del pelo, provocar su caída e incluso acelerar la aparición de canas.
El cortisol es producido por las glándulas suprarrenales y se libera como respuesta a situaciones de tensión o niveles bajos de glucosa. En niveles normales ayuda a mantener el equilibrio metabólico y a regular la presión arterial, pero cuando se mantiene elevado durante mucho tiempo, el cuerpo entra en un estado de alerta constante que impacta la salud integral, incluyendo el cuero cabelludo.
Por qué el exceso de cortisol provoca la caída del cabello
Cuando los niveles de cortisol se mantienen altos, los folículos pilosos entran en fase de reposo, conocida como fase telógena. Esto genera una pérdida de cabello excesiva llamada efluvio telógeno. Además, el cortisol altera la circulación en el cuero cabelludo, lo que reduce el aporte de oxígeno, vitaminas y minerales esenciales para el crecimiento del pelo.
El doctor Leone explica que el organismo, al percibir una amenaza prolongada, desvía recursos hacia órganos vitales y deja en segundo plano estructuras “prescindibles” como los folículos capilares. Por eso, el cabello pierde fuerza, brillo y densidad.
También hay un efecto hormonal: el exceso de cortisol puede alterar los niveles de testosterona y agravar la alopecia androgenética, un tipo de calvicie común tanto en hombres como en mujeres.
Cómo el estrés altera el sueño y empeora la caída
El cortisol está regulado por el ritmo circadiano: sus niveles son más altos al despertar y disminuyen por la noche. Sin embargo, cuando una persona vive bajo estrés crónico, esta curva natural se desajusta.
El resultado es un ciclo de insomnio, ansiedad y fatiga que amplifica la caída del cabello. Dormir poco o mal interrumpe los procesos de reparación celular, afectando directamente el crecimiento capilar. En palabras del doctor Leone, “el estrés prolongado y la falta de sueño son dos causas directas de caída del cabello”.
Cuándo acudir a un especialista
El experto enfatiza que no toda caída capilar tiene el mismo origen. En ocasiones se debe a factores genéticos, hormonales, nutricionales o inmunológicos. Para identificar la causa exacta, recomienda realizar un estudio tricoscópico y una anamnesis completa.
Muchas veces, la pérdida de cabello está relacionada con situaciones de estrés físico o emocional, como una cirugía, una enfermedad o un déficit vitamínico grave. Estos episodios activan la liberación de cortisol y pueden desencadenar una intoxicación temporal del organismo.
Otras causas que agravan la pérdida capilar
Según el doctor Leone, la caída del cabello es multifactorial. Entre las causas más comunes se encuentran enfermedades del cuero cabelludo como dermatitis o psoriasis, deficiencias de hierro, zinc o vitamina B12, alteraciones hormonales como hipotiroidismo, e incluso enfermedades autoinmunes como la alopecia areata.
Por ello, el diagnóstico oportuno es fundamental para diseñar un tratamiento personalizado que frene la caída y estimule el crecimiento.
¿La caída del cabello por estrés es reversible?
La buena noticia es que sí. En la mayoría de los casos, la caída provocada por el estrés y el exceso de cortisol es reversible si se eliminan las causas subyacentes.
El doctor Leone recomienda mejorar los hábitos de sueño, reducir los niveles de ansiedad y complementar con tratamientos capilares como la bioestimulación, el uso de fármacos orales o la aplicación intradérmica de vitaminas y oligoelementos en el cuero cabelludo.
Estos procedimientos ayudan a fortalecer los folículos, estimular la regeneración capilar y mejorar la calidad del cabello.
Estrés, cortisol y aparición de canas
El estrés también influye en la pigmentación del cabello. Estudios científicos han demostrado que activa el sistema nervioso simpático, liberando noradrenalina, la cual agota las células madre que producen melanina. Cuando estas células se pierden, el cabello deja de tener color y aparecen las canas.
El doctor Leone explica que el cortisol inhibe la hormona estimuladora de los melanocitos, afectando tanto al color del cabello como al de la piel. En algunos casos, la aparición de canas prematuras puede revertirse si se controla el estrés, aunque la pérdida completa de pigmento no siempre es recuperable.
Además del estrés, el envejecimiento celular y la falta de micronutrientes como vitamina B12 o zinc pueden acelerar este proceso.
Cómo proteger tu cabello del estrés
Mantener una rutina de descanso adecuada, practicar ejercicio, llevar una alimentación rica en vitaminas del complejo B y evitar la exposición prolongada a situaciones de estrés son pasos esenciales para conservar un cabello fuerte y saludable.
El equilibrio emocional y físico no solo se refleja en el bienestar general, sino también en la salud capilar. Cuidar del cuerpo es, en última instancia, la mejor forma de cuidar del cabello.
