Lobo mexicano: ¿éxito de recuperación o un peligroso espejismo?

Lobo mexicano: ¿éxito de recuperación o un peligroso espejismo?
Lobo mexicano: ¿éxito de recuperación o un peligroso espejismo?

Mientras el gobierno de EE.UU. celebra cifras récord en la población de lobo gris mexicano, organizaciones conservacionistas y científicos advierten que podría ser un «espejismo». La recuperación real, afirman, está lejos de ser una realidad y enfrenta graves amenazas.

La noticia parece inequívocamente positiva: la población de lobo gris mexicano en Estados Unidos ha crecido por noveno año consecutivo, alcanzando un número récord de 286 individuos. Las agencias gubernamentales celebran este hito como una prueba de que el programa de recuperación está funcionando y superando sus metas. Sin embargo, detrás de este titular optimista, se esconde un intenso debate que divide a expertos y pone en duda si la recuperación del ‘lobo’ es tan sólida como parece.

Varias organizaciones conservacionistas de renombre advierten que las cifras oficiales, aunque alentadoras, enmascaran problemas críticos que amenazan la viabilidad a largo plazo de la especie. La pregunta clave es: ¿estamos presenciando una recuperación real o un espejismo estadístico?

La versión oficial: Un éxito numérico

Según el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. (FWS), el programa de recuperación del lobo mexicano está superando las expectativas. El plan de recuperación a 5 años establecía una meta de 145 lobos en EE.UU. para 2022; la cifra observada fue de 242.

Los puntos clave del éxito oficial son:

 * Crecimiento sostenido: Nueve años consecutivos de aumento poblacional.

 * Diversidad genética: Se afirma que se está reteniendo más del 90% de la diversidad genética de la población cautiva, gracias a programas como el «fostering» de cachorros.

 * Metas superadas: La población actual de 286 lobos supera con creces las proyecciones iniciales.

Para las agencias gubernamentales, estos números son la prueba irrefutable de que la estrategia actual está funcionando.

La visión crítica: ¿Son los números suficientes?

Organizaciones como Western Watersheds Project y Defenders of Wildlife pintan un panorama mucho menos optimista. Argumentan que el FWS está «distrayendo la atención del público con éxitos limitados» mientras ignora fallas sistémicas.

Sus principales críticas son:

 * La situación en México es una «trampa mortal»: Advierten que la población de lobos en México no está creciendo al ritmo esperado, sufre de altas tasas de mortalidad y carece de recursos suficientes. Confiar en esta población para la recuperación global es un «juego peligroso».

 * El área de recuperación es artificialmente pequeña: El gobierno limita la presencia de lobos a la «Mexican Wolf Experimental Population Area» (MWEPA), una zona designada en Arizona y Nuevo México. Se ignora hábitat adecuado más al norte, como el Gran Cañón o las Montañas Rocosas del Sur, lo que impide que la especie se expanda de forma natural y establezca nuevas poblaciones resilientes.

 * Alta mortalidad de cachorros: Aunque nacen muchos cachorros, la tasa de mortalidad es preocupante y más alta de lo esperado, un signo de que las condiciones en el terreno no son óptimas.

 * «A pesar del crecimiento alentador en Estados Unidos, la verdad es, México sigue siendo una trampa mortal para el lobo gris mexicano. […] De lo contrario, la recuperación del lobo gris mexicano seguirá siendo solo una ilusión». – Bryan Bird, Director del Suroeste de Defenders of Wildlife.

El debate científico: ¿Qué es una recuperación «real»?

En el corazón del debate se encuentra una pregunta fundamental: ¿cuándo se considera que una especie está realmente «recuperada»? Para el gobierno, parece ser una cuestión de alcanzar ciertos números dentro de un área definida.

Sin embargo, durante años, la comunidad científica ha recomendado un enfoque mucho más robusto. Los estudios sugieren que para una recuperación verdadera y duradera, se necesitan al menos tres subpoblaciones de lobos genéticamente conectadas, con un mínimo de 200 individuos cada una (y un total de 750 lobos). Estas poblaciones deberían estar distribuidas en diferentes áreas geográficas para proteger a la especie de catástrofes locales como enfermedades o incendios.

Actualmente, solo existe una población, y está muy por debajo de esa cifra.

El futuro del lobo: Un camino incierto

Nadie niega que el aumento numérico del lobo mexicano sea una buena noticia y un testimonio del esfuerzo de muchos. Es un paso adelante innegable desde el borde de la extinción.

No obstante, la controversia expone la compleja interacción entre la política, la gestión gubernamental y la ciencia de la conservación. Celebrar la victoria demasiado pronto podría ser peligroso, llevando a una complacencia que ignore las amenazas estructurales que aún enfrenta el lobo. El futuro del aullido en las sierras de Norteamérica depende de que se escuchen todas las voces en este crucial debate.

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