La batalla contra los virus latentes en nuestro cuerpo parece sacada de un manual de estrategia militar. Investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias han revelado un mecanismo celular sorprendente que podría transformar el tratamiento de infecciones graves en personas inmunodeprimidas. Este hallazgo, publicado en Nature Microbiology, subraya el papel crucial de las proteínas defensivas antivirales en la lucha contra la invasión viral.
¿Qué son los virus latentes y por qué son un problema?
A diferencia de los virus que causan infecciones activas y síntomas inmediatos, como la gripe, los virus latentes permanecen «dormidos» dentro de las células durante años, esperando el momento oportuno para activarse. Ejemplos comunes son los virus del herpes, incluido el citomegalovirus humano, que afecta a la mayoría de la población. Aunque suelen ser inofensivos, pueden desencadenar enfermedades graves en personas con sistemas inmunitarios debilitados, como receptores de trasplantes o pacientes bajo quimioterapia.
La clave está en las proteínas defensivas
El estudio liderado por el Dr. Michal Schwartz y el Prof. Noam Stern-Ginossar analizó cómo las células inmunes responden al citomegalovirus. A lo largo de 144 horas, los investigadores secuenciaron moléculas de ARN de células individuales para identificar qué proteínas se producen antes y durante la infección. Descubrieron que las células con altos niveles de proteínas defensivas previos a la infección lograban impedir la propagación del virus.
“Las células con una producción rutinaria elevada de proteínas de defensa actuaban como una fortaleza”, explicó Schwartz. Estas proteínas no solo protegían a la célula atacada, sino que también alertaban a las células vecinas para prepararse ante la posible invasión.
¿Por qué los virus se esconden en algunas células y no en otras?
Uno de los misterios que este estudio ayudó a resolver es por qué ciertos virus latentes tienden a acumularse en células madre de la médula ósea. Según los investigadores, estas células producen niveles más altos de proteínas defensivas, lo que podría explicar su resistencia a infecciones activas.
Por otro lado, el estudio demostró que incluso macrófagos maduros, tradicionalmente asociados con infecciones activas, pueden albergar virus en estado latente. Esto desafía la idea de que las células se dividen estrictamente entre «latentes» y «activas», ampliando las posibilidades de tratamiento preventivo.
Implicaciones clínicas: un futuro esperanzador
Este avance tiene implicaciones profundas para el tratamiento de pacientes vulnerables. Según Stern-Ginossar, “comprender los mecanismos que regulan la latencia viral nos permitirá desarrollar terapias personalizadas, como activar o desactivar virus latentes antes de un trasplante”.
Además, este descubrimiento podría facilitar nuevas estrategias para combatir enfermedades relacionadas con el citomegalovirus y otros virus de la familia del herpes.
¿Qué sigue en la investigación?
El equipo del Instituto Weizmann planea explorar cómo manipular estas proteínas defensivas para aumentar la resistencia celular y prevenir infecciones graves. La comprensión de estos mecanismos no solo podría proteger a pacientes inmunodeprimidos, sino también abrir camino a terapias revolucionarias contra infecciones virales.
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