Sheinbaum en el Zócalo convoca multitud histórica en CDMX por 7 años de transformación

El mensaje de Sheinbaum en el Zócalo reúne a miles desde tempranas horas y refuerza el respaldo social al proyecto de transformación.

Sheinbaum en el Zócalo convoca multitud histórica en CDMX por 7 años de transformación
Sheinbaum en el Zócalo convoca multitud histórica en CDMX por 7 años de transformación

Sheinbaum en el Zócalo. La historia comenzó mucho antes de que las bocinas se encendieran y antes de que la presidenta tomara el micrófono. Desde el amanecer, el Centro Histórico latía distinto. Miles caminaban entre las calles cerradas, ondeando banderas, buscando sombra, tomándose fotos, esperando un momento que, para muchos, simbolizaba siete años de esperanza y continuidad.

Este sábado, la Plaza de la Constitución se convirtió en un enorme mosaico de voces, colores y ritmos que celebraban el aniversario del movimiento que cambió el rumbo político del país. Familias enteras, jóvenes, trabajadores, pueblos originarios, colectivos y contingentes de todo México, comenzaron a llenar los alrededores desde horas tempranas, anticipando lo que sería una de las concentraciones más significativas del sexenio.

El Zócalo despierta temprano: música, banderas y un ánimo imparable

Sobre avenida Juárez, cerrada al tránsito, se mezclaban risas, vendedores ambulantes y cánticos que avanzaban como olas. Allí destacaba la presencia de una banda oaxaqueña que se volvió centro de atención: tocaban sones tradicionales y el himno de Morena mientras las mantas en lenguas indígenas ondeaban con orgullo.

Las consignas resonaban una y otra vez:

“¡Es un honor estar con Claudia hoy!”

Pocos metros más allá, cerca del Metro Hidalgo, un grupo de alrededor de 40 personas provenientes de Juchitán ultimaba detalles para marchar hacia la plancha principal. Al frente iba Victoriana Méndez Jiménez, organizando a sus paisanos con la misma energía con la que defendía la importancia del evento.

“Venimos a apoyar a la presidenta… a agradecer los programas sociales que han cambiado vidas en Oaxaca”, explicó.

Su blusa bordada, típica del Istmo, se movía con el viento mientras los celulares capturaban el momento. Para ellos, no era una visita más: era una afirmación política y personal.

Sheinbaum en el Zócalo: contingentes de todo el país se hacen presentes

El movimiento no solo atrajo a grupos del sur. En una esquina de la Alameda, un conjunto de Baja California se preparaba para integrarse al acto. Con playeras negras bordadas con el mapa del estado, explicaban que recorrieron más de 2,500 kilómetros para llegar a tiempo.

Jesús, miembro del contingente de Mexicali, habló con convicción:

“Venimos a que la presidenta sepa que está haciendo un buen trabajo… y que los ataques no la van a detener”.

Entre ellos se comentaba lo mismo: cada avance político trae críticas, pero también une a quienes creen en el proyecto. Ese espíritu se replicaba en cada grupo, desde Ecatepec hasta Tijuana, desde Campeche hasta Zacatecas.

Historias, consignas y una manta gigante desde Ecatepec

A unos pasos del Palacio de Bellas Artes, un grupo de simpatizantes levantaba una inmensa manta con la imagen de Claudia Sheinbaum. Sobre la lona, letras rojas y blancas anunciaban el origen del contingente: “Ecatepec presente”.

Los gritos acompañaban el ondeo de la manta:
“¡Ecatepec, Ecatepec!”

Era imposible ignorarlos. Representaban a uno de los municipios más poblados del país y lo sabían; querían que su presencia se sintiera en la enorme celebración morenista.

Un Zócalo que late al ritmo de un movimiento nacional

Mientras avanzaba la tarde, las calles se estrechaban más y más con el paso de los asistentes. Para muchos, la concentración no era solo una celebración, sino un recordatorio de que el proyecto iniciado en 2018 sigue vivo, fuerte y profundamente enraizado en la gente.

La presencia cultural, política y social de miles de personas generó una atmósfera de comunidad. Había música, danza, discursos, carteles, fotos, abrazos. El evento se volvió una mezcla de fiesta y compromiso, de memoria y futuro.

El mensaje de Sheinbaum en el Zócalo fue mucho más que un acto público: fue una demostración de fuerza social que cruzó estados, edades y realidades económicas. La movilización dejó claro que, pese a críticas, campañas negativas o tensiones políticas, existe un respaldo sólido que continúa moviéndose, viajando y llenando plazas con convicción.

Cuando cayó la tarde sobre el Centro Histórico, la plancha brillaba repleta. Pero lo más notable no fue la multitud, sino lo que representaba: siete años de un movimiento al que millones siguen llamando transformación, y que, como se vio hoy, tiene todavía un largo camino por recorrer.

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