El presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, rechazó la propuesta de su homólogo ruso, Vladimir Putin, de reunirse en Moscú. “Él puede venir a Kiev. Yo no puedo ir a Moscú cuando mi país sufre ataques con cohetes a diario”, afirmó en entrevista con ABC News. Zelensky acusó a Putin de “jugar con Estados Unidos” y señaló que la propuesta rusa buscaba aplazar el encuentro.
Mientras recorría una planta de fabricación estadounidense recientemente atacada por misiles rusos, el mandatario insistió en su disposición a reunirse “en cualquier formato” que garantice seguridad y respeto por Ucrania.
Putin insiste y lanza advertencias a Occidente
Durante un foro económico en Vladivostok, Putin manifestó: “Si Zelensky está listo, que venga a Moscú”, asegurando que Rusia garantizaría la seguridad del encuentro. Al mismo tiempo, advirtió que cualquier tropas occidentales desplegadas en Ucrania serían objetivos legítimos, en un claro mensaje a Estados Unidos y Europa.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, reforzó la postura oficial: la presencia de contingentes extranjeros no garantiza estabilidad en Ucrania y Europa obstaculiza la resolución del conflicto, según sus declaraciones a RIA Novosti e Izvestia.
La diplomacia internacional busca alternativas
En respuesta a la escalada de tensión, 26 países anunciaron la creación de una fuerza de reaseguro, que tendría presencia en tierra, mar y aire en Ucrania tras un eventual acuerdo de paz. La iniciativa se presentó en la cumbre de París convocada por Emmanuel Macron, con la participación de Zelensky y líderes europeos como el primer ministro británico Keir Starmer.
Macron aclaró que estas tropas no estarán en la línea del frente, sino que su misión será prevenir cualquier nueva agresión importante, fortaleciendo la seguridad ucraniana y asegurando que Rusia cumpla con futuros acuerdos.
El papel de EE. UU. y la presión diplomática
La idea de un encuentro directo entre Zelensky y Putin surgió a raíz de gestiones del expresidente estadounidense Donald Trump, quien en agosto mencionó que su objetivo era “ponerlos a ambos en una habitación” para avanzar en la paz.
El ministro ucraniano Andrii Sybiha señaló que varios países, incluyendo Austria, Suiza, el Vaticano y Turquía, están dispuestos a acoger la reunión, descartando Moscú como sede segura para el diálogo.
La negativa de Zelensky a viajar a Moscú refuerza su postura firme frente a los ataques diarios y la presión rusa. Al mismo tiempo, la diplomacia internacional sigue buscando mecanismos de seguridad y encuentros que puedan abrir paso a un acuerdo de paz sostenible, mientras Occidente despliega esfuerzos para proteger a Ucrania y mantener la estabilidad regional.
