Perú cierra el paso a migrantes y anuncia militarización inmediata
Perú cierra su frontera con Chile y a todos sus migrantes. Una creciente tensión migratoria que alcanzó un nuevo nivel de gravedad. Cientos de migrantes irregulares, en su mayoría venezolanos, que caminaban desde territorio chileno hacia Perú fueron bloqueados por las autoridades peruanas, generando acumulación de personas, confrontaciones y escenas de desesperación.
Lo que comenzó como un flujo constante de migrantes buscando regresar a sus países de origen se transformó en una crisis que ya involucra decisiones de seguridad nacional, posturas electorales en Chile y un aumento de la presencia militar peruana.

La decisión de Perú y las razones detrás del cierre
El conflicto estalló después de que el presidente peruano José Jerí anunciara la militarización de la frontera como respuesta directa a declaraciones del candidato presidencial chileno José Antonio Kast, quien reiteró su propuesta de expulsar a 300 mil migrantes irregulares de Chile.
La postura de Kast, favorito para el balotaje del 14 de diciembre, encendió alertas en Lima, donde el gobierno considera que una expulsión masiva podría generar un flujo caótico hacia Perú.
A diferencia de Kast, la candidata oficialista Jeannette Jara propone regularizar a los migrantes mediante un censo, argumentando que expulsar a cientos de miles de personas es logística y diplomáticamente inviable.
El presidente peruano, al visitar el complejo fronterizo Santa Rosa, advirtió:
“Una primera acción concreta es declarar emergencia para que el Ejército pueda ayudar a la Policía Nacional en resguardar y evitar actos irregulares.”
Línea de la Concordia: familias atrapadas sin avanzar ni retroceder
Aunque las autoridades chilenas permiten el paso hacia el norte por el puesto fronterizo de Chacalluta, Perú mantiene bloqueado el acceso en Santa Rosa, creando un espacio intermedio conocido como Línea de la Concordia, donde miles de personas han quedado atrapadas.
Allí, familias completas, incluyendo niños pequeños, han soportado condiciones extremas del Desierto de Atacama: calor abrasador de día y temperaturas bajo cero de madrugada.
Muchos migrantes han declarado que su única intención es cruzar Perú para regresar a Venezuela u otros países, pero la ausencia de rutas diplomáticas y la nueva política de seguridad peruana han frenado por completo su trayecto.
Ruptura diplomática entre Chile y Venezuela agrava la situación
El problema se complica aún más por la falta de relaciones diplomáticas entre Chile y Venezuela desde agosto de 2024, cuando el presidente chileno Gabriel Boric desconoció el resultado de las elecciones venezolanas que ratificaron a Nicolás Maduro.
Desde entonces, no hay consulados, funcionarios ni enlaces que permitan tramitar vuelos humanitarios, permisos o acuerdos logísticos para la salida ordenada de migrantes.
Sin coordinación entre ambos países, también se hace imposible planear rutas de retorno o incluso determinar la identidad de algunos migrantes.
Advertencia de Kast: “Quedan 103 días para salir voluntariamente”
Mientras en Perú la presión militar se intensifica, en Chile Kast lanzó una nueva advertencia:
“A los inmigrantes irregulares en Chile les digo que quedan 103 días para salir voluntariamente. Si no, saldrán cuando yo asuma la Presidencia, con lo que tengan.”
Las declaraciones incrementaron la preocupación entre organismos humanitarios y gobiernos vecinos, anticipando un posible movimiento masivo de personas hacia distintas fronteras.
Perú evalúa estado de emergencia total en la frontera
Para hacer frente al flujo creciente, Jerí convocó un Consejo de Ministros extraordinario con el objetivo de decretar el estado de emergencia en la franja fronteriza con Chile.
La medida busca reforzar el control territorial y evitar que la situación derive en una crisis humanitaria mayor, como ya ha ocurrido en otras regiones de Sudamérica en la última década.
En Santiago, el ministro de Seguridad Luis Cordero confirmó que hay comunicación entre cancillerías y aseguró que los servicios de emergencia están listos para actuar si se requiere habilitar albergues temporales.
Escenario regional y riesgos a corto plazo
La crisis no solo revela la fragilidad de las fronteras en Sudamérica, sino también la enorme dependencia de la región respecto a la estabilidad política interna y las relaciones diplomáticas entre países vecinos.
La combinación de migración masiva, elecciones presidenciales polarizadas y rupturas diplomáticas configura un escenario de alta volatilidad que podría extenderse en los próximos meses.
La tensión entre Perú y Chile por el bloqueo de migrantes refleja una crisis regional que supera la capacidad de un solo país. La ausencia de canales diplomáticos, las presiones electorales en Chile y la decisión de militarizar la frontera en Perú han creado una situación que amenaza con convertirse en una emergencia humanitaria a gran escala.
Lo que ocurra en las próximas semanas será clave para definir si prevalece la cooperación o la escalada de medidas unilaterales en uno de los corredores migratorios más sensibles de Sudamérica.