El incendio en Hong Kong que arrasó el complejo residencial Wang Fuk Court no solo dejó imágenes devastadoras: también abrió una herida profunda en una comunidad que aún intenta comprender la magnitud de la tragedia. A medida que avanzan las horas, el recuento de personas localizadas y el proceso de identificación siguen ofreciendo datos que cambian minuto a minuto, mientras miles de familias viven entre la incertidumbre, el dolor y la esperanza.
En la mañana del sábado, las autoridades confirmaron que 144 personas inicialmente dadas por desaparecidas habían sido localizadas ilesas. Sin embargo, aproximadamente 150 continúan sin poder ser contactadas, un número que mantiene en vilo a toda la ciudad y que sitúa este desastre entre los más mortíferos de la historia reciente de Hong Kong.
El balance oficial de fallecidos continúa en 128, aunque la cifra podría aumentar a medida que los equipos de rescate avanzan en su revisión de los siete edificios afectados. La Policía confirmó que 44 cuerpos permanecen sin identificar, un proceso que se prevé largo debido al estado de los restos y la complejidad del siniestro.
Cómo comenzó la tragedia: el origen del incendio en Hong Kong
El siniestro se desató la tarde del miércoles en el distrito de Tai Po, un suburbio al norte de la ciudad, cerca de la frontera con la China continental. El incendio en Hong Kong comenzó en un andamio de bambú adherido a la estructura de una torre de 32 pisos. Minutos después, el fuego comenzó a escalar de forma vertical impulsado por materiales de renovación altamente inflamables, una red de construcción que actuó como vía de propagación y condiciones de viento que alimentaron aún más las llamas.
En cuestión de horas, siete de los ocho edificios del complejo estaban envueltos en fuego y humo. El complejo albergaba alrededor de 4.800 residentes distribuidos en casi 2.000 hogares, lo que convirtió la emergencia en una carrera contrarreloj desde el primer momento.
Rescate entre brasas: bomberos en condiciones extremas
Derek Armstrong Chan, subdirector de Operaciones de Servicios de Bomberos, explicó que los rescatistas enfrentaron uno de los entornos más peligrosos registrados en años. La caída constante de andamios, las altas temperaturas, el humo denso y la poca visibilidad complicaron cada movimiento. Además, el acceso bloqueado dificultó la entrada de vehículos de emergencia, lo que obligó a los bomberos a trabajar desde zonas improvisadas.
Aunque las labores de extinción están casi finalizadas, el riesgo de reactivación del fuego persiste debido a las brasas ocultas bajo los escombros y a la estructura inestable de los edificios dañados.
El reto de identificar a las víctimas: dolor, incertidumbre y paciencia
La jefa de la unidad policial encargada de la investigación de víctimas, Karen Tsang Shuk-yin, detalló que parte del desafío es el volumen de reportes incompletos. De los 150 casos aún sin contactar, en cien solo se cuenta con información vaga: apodos, nombres incompletos o incluso dudas sobre si realmente vivían en Wang Fuk Court.
Según Tsang, la lista inicial de desaparecidos creció desde aproximadamente 200 hasta casi 300 debido a reportes con datos imprecisos. La Policía está contactando uno por uno a quienes llamaron a la línea especial habilitada.
A esto se suma el luto oficial de tres días declarado en la ciudad, donde banderas a media asta y memoriales improvisados reflejan el impacto emocional del incendio. En las afueras del complejo, familias se reúnen diariamente para esperar noticias, sosteniendo fotografías, veladoras y mensajes de esperanza.
Investigación penal: once arrestos y materiales bajo sospecha
La investigación preliminar apunta a que la rápida propagación se debió al uso de materiales altamente inflamables durante las renovaciones del edificio. Entre los once detenidos hay directivos, consultores y subcontratistas que presuntamente autorizaron o supervisaron trabajos que no cumplían con las normas de seguridad.
Mientras tanto, la Policía y expertos en incendios recolectan muestras, revisan cámaras de seguridad y reconstruyen la secuencia de eventos para determinar responsabilidades.
Una ciudad que no olvida: la búsqueda continúa
A mitad de la tarde, los equipos de rescate seguían revisando apartamento por apartamento para descartar la presencia de más víctimas. El jefe ejecutivo de Hong Kong, John Lee, informó que no se ha logrado contactar a 279 residentes, aunque estas cifras podrían modificarse conforme avancen las verificaciones.
Entre la incertidumbre y el dolor, una frase retumba en cada actualización oficial: la ciudad no descansará hasta aclarar el destino de cada persona afectada por el incendio en Hong Kong.
Y así como comenzó la nota, así también cierra: con el compromiso de que ninguna historia quede sin respuesta. El incendio en Hong Kong será recordado como una tragedia, pero también como un llamado urgente a revisar la seguridad, la transparencia y la responsabilidad en una ciudad marcada por la resiliencia.
