La economía de Brasil, la más grande de América Latina, se encuentra en alerta máxima ante la amenaza inminente de un «tarifaço» —un arancel masivo— por parte de Estados Unidos. La medida, impulsada por la influencia de Donald Trump, podría devastar exportaciones clave y desatar una guerra comercial.
Un fantasma recorre los pasillos del poder en Brasilia y los centros financieros de São Paulo: la posibilidad de una guerra comercial con su segundo socio comercial más importante, Estados Unidos. La amenaza tiene nombre y un plazo que se acerca peligrosamente: un «tarifaço» de hasta el 50% sobre productos brasileños, que podría entrar en vigor tan pronto como el 1 de agosto.
Esta medida proteccionista, que lleva el sello de la política exterior de Donald Trump, no apunta a productos marginales. Por el contrario, golpea el corazón de la canasta exportadora de Brasil, desde productos agrícolas vitales hasta bienes industriales de alto valor, poniendo en riesgo miles de empleos y miles de millones de dólares en ingresos.
Los Objetivos del «Tarifaço»: Un Ataque al Corazón de la Economía Brasileña
La lista de productos en la mira de los aranceles estadounidenses es un catálogo de las fortalezas económicas de Brasil. El impacto sería sistémico y afectaría a múltiples sectores:
- El Desayuno en Juego: Productos agrícolas fundamentales como el café, del cual Brasil es el mayor productor mundial, el jugo de naranja, la soja y el azúcar están en el centro de la disputa. Un arancel del 50% haría que sus precios se dispararan en el mercado internacional.
- Golpe a la Industria: El acero brasileño, un pilar industrial, también sería gravado, afectando directamente a la construcción en EE.UU..
- Ataque a la Alta Tecnología: Críticamente, los aranceles afectarían a piezas para la industria aeronáutica, lo que representa una amenaza directa para Embraer, la joya de la corona de la tecnología brasileña.
- Energía y Alimentos: Otros productos clave como el petróleo crudo y la carne vacuna también figuran en la lista de posibles afectados.
La Respuesta de Lula: ¿Represalias a la Vista?
El gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva se encuentra en una encrucijada. Fuentes del gobierno afirman haber intentado negociar una salida, pero sienten que sus esfuerzos diplomáticos están siendo ignorados por Washington.
Ante este escenario, Brasilia contempla una escalada. Sobre la mesa está la posibilidad de imponer aranceles de represalia, con un objetivo claro: las gigantes tecnológicas estadounidenses. Una medida de este tipo transformaría la disputa comercial en una guerra abierta con consecuencias impredecibles para ambas economías.
«Trump ve a Brasil como un blanco fácil y, en la práctica, va a hacer lo que él quiera.» – Especialista en relaciones internacionales citado por Estadão.
Más Allá de la Economía: Un Ataque Político
Analistas y expertos coinciden en que esta ofensiva arancelaria trasciende lo meramente económico. La ven como una acción políticamente motivada, dirigida contra el gobierno de Lula y las instituciones democráticas de Brasil, como el Supremo Tribunal Federal (STF).
Incluso el exitoso sistema de pago digital de Brasil, Pix, ha sido mencionado como una fuente de irritación para los intereses estadounidenses, lo que sugiere que el objetivo es más amplio: frenar la creciente soberanía económica y tecnológica de Brasil. En este tablero geopolítico, Brasil es visto no solo como un competidor económico, sino como un actor clave del bloque BRICS, cuya influencia se busca limitar. La guerra comercial, en este contexto, es solo una herramienta para una lucha de poder mucho mayor.
