Asesino prófugo: crece el miedo en Stockton por tiroteo brutal

Autoridades de California buscan al responsable del tiroteo en una fiesta infantil en Stockton; cuatro muertos y 11 heridos mantienen a la ciudad en alerta.

Sigue prófugo el asesino y crece el miedo en Stockton por tiroteo brutal
Sigue prófugo el asesino y crece el miedo en Stockton por tiroteo brutal

Asesino prófugo. La tarde del domingo, lo que debía ser una celebración basada en globos, risas y un pastel de cumpleaños terminó convertido en uno de los episodios más devastadores que Stockton, California, ha vivido en años. Pasadas las seis de la tarde, un hombre irrumpió en un salón de banquetes donde se realizaba una fiesta infantil y abrió fuego sin piedad. Hoy, mientras la comunidad intenta comprender lo ocurrido, las autoridades confirmaron que el asesino prófugo continúa sin ser identificado ni capturado.

La tragedia dejó cuatro muertos —entre ellos, un niño de ocho años— y 11 personas heridas que aún luchan por su vida. La escena en el lugar fue descrita por los oficiales como “caótica, desgarradora e inaceptable”.

Un ataque que parece “dirigido”, pero sin motivo claro

Heather Brent, portavoz de la policía del condado San Joaquín, fue la primera en hablar. Aún con la voz tensada por la conmoción del lugar, reveló que los primeros indicios apuntan a que el ataque podría haber sido “dirigido”. Sin embargo, nada confirma aún el motivo exacto ni la relación del agresor con las víctimas.

Mientras más detalles salían a la luz, crecía también la inquietud colectiva: el asesino prófugo podría seguir en la ciudad, mezclado entre los 320 mil habitantes, o incluso haber escapado ya de Stockton.

A la mitad del comunicado, Brent insistió en la colaboración ciudadana:

“Necesitamos cualquier pista. Cualquier dato. Esto no puede quedar impune”.

Un cumpleaños infantil convertido en terror

El vicealcalde Jason Lee confirmó que la celebración era una fiesta infantil. Globos, adornos y mesas con comida quedaron abandonados en medio de la escena policial, recordando que la violencia irrumpió sin advertencia.

La alcaldesa Christina Fugazi, visiblemente quebrada, lo dijo con un peso que retumbó en toda la comunidad:

“Este es el fin de semana de Acción de Gracias. Las familias deberían estar juntas, celebrando… no rezando para que sus hijos sobrevivan”.

Fugazi también hizo memoria de un ataque anterior que dejó siete muertos en la ciudad años atrás. “Stockton es mejor que esto”, afirmó. Pero la realidad, esta noche, parecía contradecirla.

Un agresor que no se detiene y una comunidad que se organiza

Mientras el reloj avanza, el asesino prófugo sigue generando una sensación de vulnerabilidad que no distingue calles ni barrios. Las iglesias locales anunciaron una vigilia masiva para reunir a quienes buscan consuelo, esperanza y claridad. En Stockton, la fe y la comunidad suelen ser los primeros pilares de apoyo en tiempos de crisis.

El fiscal del distrito, Ron Freitas, envió un mensaje directo al agresor —o a quien pueda reconocerlo—:

“Si tiene información, contáctenos. Si usted es esta persona, entréguese inmediatamente”.

Sus palabras dejaron claro que la prioridad es evitar que más vidas se pierdan. Un tirador suelto, motivado por razones desconocidas, representa un riesgo demasiado grande.

Stockton: una ciudad acostumbrada a luchar, pero no a rendirse

En las calles, las conversaciones se repiten: miedo, enojo, tristeza, cansancio. Stockton es una ciudad con un largo historial de desigualdades y episodios de violencia, pero también una comunidad resiliente que ha enfrentado incendios, crisis económicas y tragedias humanas.

Por eso, la gente no solo llora: también exige respuestas. Exige justicia. Exige que el asesino prófugo no desaparezca entre las grietas del sistema.

Las familias afectadas mantienen una vigilia silenciosa en hospitales locales. No todas las víctimas han sido identificadas públicamente, pero la policía confirmó que la mayoría son jóvenes, algunos apenas adolescentes.

Un cierre firme y claro

Lo ocurrido en Stockton no es solo una noticia policial: es la historia de una comunidad desgarrada que exige justicia mientras el asesino prófugo sigue libre. Es el reflejo de una violencia que sigue tocando incluso los espacios más inocentes, como una fiesta infantil. Y es, al mismo tiempo, una muestra del espíritu combativo de una ciudad que se niega a normalizar el horror.

Mientras la investigación avanza, Stockton se une, llora y resiste, esperando el día en que el responsable sea capturado y este capítulo oscuro pueda, por fin, comenzar a cerrarse.

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