El gobernador de Yucatán, Joaquín Díaz Mena, informó que el viaducto elevado de Puerto Progreso aún no ha sido inaugurado debido a un desacuerdo entre la empresa constructora ICA y la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona), relacionado con los precios que se cobrarán por el uso de la vía.
Durante su conferencia matutina en Palacio de Gobierno, Díaz Mena aclaró que el conflicto es exclusivamente entre ambas partes y no tiene relación con su agenda ni con el gobierno estatal. “No se ha abierto el viaducto por un diferendo entre la empresa y la Asipona, respecto a los acuerdos en los precios. Ya están en diálogo y esperamos que en próximos días lleguen a un acuerdo para abrirlo”, explicó.
El mandatario destacó que la obra es prioritaria para su administración, pues busca solucionar una demanda histórica de la población. “He ido más de 30 veces a Progreso en lo que llevo de gobernador, y a pesar de tener una agenda llena, los proyectos estratégicos siempre son prioridad”, enfatizó.
El viaducto, terminado desde el 31 de agosto, fue construido con el objetivo de redirigir el tránsito pesado fuera del centro del puerto, evitando que los camiones de carga sigan afectando la movilidad y la tranquilidad de los vecinos. Sin embargo, su falta de operación ha generado protestas y bloqueos en las últimas semanas por parte de los habitantes del centro de Progreso.
Vecinos inconformes sostuvieron una reunión con el subsecretario de Gobierno y Desarrollo Político, Pablo Castro Alcocer, quien les aseguró que la vía sería abierta el pasado 10 de noviembre, pero el compromiso no se cumplió, lo que aumentó la molestia entre los ciudadanos.
El distribuidor vial elevado de Progreso se extiende por más de dos kilómetros de longitud sobre el antiguo libramiento, y su trazado conecta directamente con el acceso al puerto de altura. De esta manera, busca evitar el paso del transporte pesado por zonas habitacionales y turísticas, que durante años han sufrido daños estructurales y deterioro urbano por el tráfico constante.
Además de mejorar la movilidad y la seguridad vial, el proyecto pretende optimizar las operaciones logísticas del puerto, uno de los más importantes del sureste mexicano, al reducir los tiempos de traslado y aumentar la eficiencia del flujo de mercancías.
Mientras se resuelve el diferendo entre ICA y la Asipona, la comunidad de Progreso permanece a la espera de que el viaducto finalmente entre en funcionamiento, una medida que consideran urgente para proteger su infraestructura urbana y recuperar la tranquilidad de sus calles.
