
La temporada de verano en el Caribe mexicano transcurre con saldo blanco en materia de seguridad, pero con cifras de ocupación hotelera que, aunque alentadoras para las autoridades estatales, reflejan un ligero descenso frente a años anteriores en el destino.
El secretario estatal de Turismo, Bernardo Cueto Riestra, informó que para este periodo vacacional se proyecta cerrar con una ocupación general del 75%, apenas un punto por debajo del 76% registrado el año pasado.
Según el funcionario, la cifra es resultado de un flujo constante de visitantes nacionales e internacionales y de una agenda de promoción que ha permitido mantener a los destinos por encima del 70% durante las últimas semanas.
“La ocupación estamos hasta la semana pasada en un 75.3%, fluctúa entre el 70 y 75%. El aeropuerto internacional de Cancún publicaba un incremento en el número de pasajeros en julio, y el Instituto Nacional de Migración también nos informa un aumento en las llegadas internacionales en este 2025.
Estimamos que estamos arriba de lo que se tuvo el año pasado como en un 2% o un poco más en todos los destinos turísticos, por lo que confiamos en que esta temporada cerraremos cerca del 75%”, dijo.
Explicó que estos porcentajes equivalen a más de 900 mil turistas y más de 100 mil habitaciones ocupadas, lo que ha beneficiado a sectores como el hotelero, restaurantero, náutico y de transporte.
Sin embargo, las estadísticas de los últimos tres años muestran un descenso progresivo en cuanto a la ocupación hotelera durante este periodo vacacional. En 2023 la ocupación promedio fue de 76.1%, en 2024 bajó a 75.1% y en 2025 se ubica en 74.1%, con caídas más marcadas en polos turísticos como Cancún, que pasó de 81.6% a 74.1% en el mismo lapso.
Seguridad reforzada en zonas turísticas
El titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Julio César Gómez Torres, reportó saldo blanco en las primeras semanas del periodo vacacional de verano. Destacó que el operativo desplegado, ha permitido que no se registren incidentes delictivos en las zonas turísticas.
Mencionó que el operativo inició con el despliegue de más de 7,000 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, en conjunto con corporaciones federales y municipales, para garantizar la tranquilidad de visitantes y residentes.
El funcionario explicó que, aunque en el balance general no hay reportes de hechos delictivos en las zonas de mayor afluencia, sí se han registrado algunos accidentes de tránsito y percances en playas, los cuales están siendo atendidos por las autoridades competentes.
Recordó que el operativo concluirá el 1 de septiembre y la próxima semana se dará a conocer un corte detallado de resultados y estadísticas.
¿Por qué la baja ocupación en Quintana Roo?
La baja ocupación registrada este verano en los principales destinos del Caribe mexicano responde a una combinación de factores estructurales y coyunturales. De acuerdo con Francisco Madrid, director general del Centro de Investigación Avanzada en Turismo Sostenible (STARC), uno de los más relevantes es la limitada disponibilidad de asientos aéreos.
“Esto no significa que haya menos interés, sino que llegar a Quintana Roo es más difícil. Los vuelos llegan saturados y eso puede desincentivar al visitante, que entonces opta por otros destinos similares”, explicó.
A esta presión en la conectividad se suma el crecimiento constante de la oferta hotelera, que añade unas 4 mil habitaciones cada año sin un aumento proporcional en la llegada de turistas. Esto ha diluido la ocupación promedio, a lo que se suma la falta de una estrategia de promoción más agresiva para compensar la expansión.
El especialista señaló también que plataformas como Airbnb han captado parte de la demanda, especialmente entre viajeros jóvenes que buscan experiencias fuera del esquema tradicional de todo incluido. Aunque estos visitantes están presentes en el destino, no se contabilizan en las estadísticas oficiales de ocupación hotelera.
Otros factores que inciden en la percepción del destino son la inseguridad, los conflictos entre taxistas y conductores de plataformas como Uber, y la presencia estacional del sargazo. Además, la reapertura de destinos internacionales que habían estado limitados por la pandemia ha intensificado la competencia por los mismos viajeros.
“No estamos hablando de un desplome brutal. Probablemente en 2022 se alcanzaron entre el 79 y 80% de ocupación, y desde entonces no se ha repetido. Hoy estamos un poco por debajo del año pasado, pero aún es una temporada buena a secas”, dijo.