Mientras el país enfrenta brotes de sarampión y tosferina, otro enemigo silencioso reaparece con fuerza: la tuberculosis. En las primeras 14 semanas del año, México ha registrado 5,403 casos de tuberculosis respiratoria, de acuerdo con el más reciente Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud (SSa). Esta cifra refleja un repunte preocupante de una enfermedad que, aunque prevenible, sigue afectando a miles.
¿Dónde se concentran los contagios de tuberculosis?
Durante la semana del 30 de marzo al 5 de abril, Baja California lideró los nuevos contagios, con 49 casos registrados. Le siguen Veracruz (47), Oaxaca (45) y Nuevo León (44), entidades donde la incidencia se mantiene alta.
Pero si se analiza el acumulado del año, el panorama es aún más claro:
Estados con más casos acumulados de tuberculosis en 2025:
- Veracruz: 481 casos
- Nuevo León: 468
- Baja California: 466
- Sinaloa: 352
- Tamaulipas: 341
- Chiapas: 337
- Sonora: 305
- Ciudad de México: 192
En contraste, estados como Hidalgo, Michoacán, Morelos y Tlaxcala reportaron solo un caso nuevo cada uno durante la semana más reciente, lo que indica disparidades marcadas en la distribución geográfica de la enfermedad.
¿Dónde y cómo vacunarse contra la tuberculosis?
La vacuna BCG (Bacilo de Calmette y Guérin), utilizada para prevenir la tuberculosis, se aplica gratuitamente en los centros de salud de la SSa y en las Unidades de Medicina Familiar (UMF) del IMSS.
Esta vacuna es parte del esquema nacional de vacunación y se administra principalmente a recién nacidos. El Gobierno de México asegura que la BCG es segura, aunque suele dejar una pequeña cicatriz en la parte superior del brazo, algo completamente normal.
¿Quiénes no deben recibir la vacuna?
- Mujeres embarazadas
- Personas con leucemia o cáncer
- Pacientes con SIDA (personas con VIH sí pueden recibirla)
- Bebés con peso inferior a 2 kg al nacer
La BCG no es para adultos en general, pero sí es clave para proteger a los más vulnerables desde las primeras etapas de vida.
¿Por qué la tuberculosis sigue presente?
A pesar de los avances médicos, la tuberculosis sigue siendo una amenaza en zonas con alta densidad poblacional, pobreza y dificultades en el acceso a servicios de salud. Además, la movilidad de personas entre estados complica la contención del virus.
Organismos como la OMS han advertido que, tras la pandemia de COVID-19, muchas enfermedades respiratorias han retomado fuerza ante los descuidos en los esquemas de vacunación y los diagnósticos oportunos.
Llamado a la prevención
La SSa insiste en la importancia de detectar síntomas como tos persistente por más de dos semanas, fiebre, sudoración nocturna y pérdida de peso inexplicable, ya que estos pueden ser señales tempranas de tuberculosis.
Detectar a tiempo salva vidas, y la vacunación sigue siendo la herramienta más poderosa para proteger a las nuevas generaciones.
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