Este domingo 30 de noviembre concluyó oficialmente la temporada de huracanes 2025, un periodo que, aunque fue altamente activo en mar abierto y en otras regiones del continente, dejó al Caribe mexicano sin el impacto directo de un huracán, un hecho que especialistas califican como un respiro climático poco común frente a los escenarios que se habían proyectado al inicio del año.
El meteorólogo Franklin Arceo explicó que, si bien la temporada comenzó de manera tardía, terminó consolidándose como una de las más intensas en términos de energía acumulada en ciertas zonas de formación de ciclones.
“Tuvimos una temporada con un comportamiento atípico. Arrancó lenta, pero en la segunda mitad mostró un repunte muy fuerte, con huracanes de gran intensidad en el Atlántico y el mar Caribe, afortunadamente sin trayectoria directa hacia Quintana Roo”, dijo.
De acuerdo con el recuento oficial, en 2025 se formaron al menos 13 sistemas con nombre, entre ellos varios huracanes mayores, de categoría 4 y 5, como Erin, Humberto y Melissa. A pesar de ello, ninguno de estos ciclones tocó tierra en el Caribe mexicano.
Efectos indirectos en el sur de Quintana Roo
El arranque de la temporada fue inusualmente tardío. La primera tormenta tropical, Andrea, se formó hasta el 24 de junio, casi un mes después del inicio oficial. A ella le siguieron Barry y Chantal, sistemas de corta duración, pero con efectos relevantes en tierra, especialmente Barry, que tocó tierra en Veracruz y generó fuertes lluvias durante su paso en el sur de Quintana Roo, Belice y Chiapas.
Las precipitaciones asociadas a Barry provocaron inundaciones en Chetumal, saturación del sistema de drenaje y anegaciones en numerosas colonias. Aunque el ciclón no impactó directamente al estado, dejó en evidencia la vulnerabilidad de las zonas urbanas ante lluvias intensas.
“Muchas veces se piensa que, si el huracán no entra directo, no hay peligro, y eso es un grave error. Barry nos mostró que los efectos indirectos pueden generar daños severos por lluvias, crecida de ríos e inundaciones urbanas. Tuvimos lluvias, marejadas, presencia de aire húmedo e incluso afectaciones por sistemas lejanos, pero no un impacto directo como en otros años”, explicó Arceo.
Este patrón se repitió con otros sistemas a lo largo del año, que, aunque permanecieron mar adentro, generaron oleaje elevado, corrientes de resaca y episodios de lluvia moderada a fuerte en la Península de Yucatán.
Huracanes de gran intensidad

El periodo más activo de la temporada se concentró entre agosto y octubre. En ese lapso se desarrollaron huracanes como Erin, Gabrielle, Humberto, Imelda y Melissa. Erin, Humberto y Melissa alcanzaron categoría 5, con vientos superiores a los 250 kilómetros por hora.
Melissa fue el sistema más devastador del año. Tocó tierra como huracán mayor en Jamaica y posteriormente en Cuba, dejando al menos 83 muertes confirmadas, severos daños a la infraestructura eléctrica e hidráulica y millones de personas afectadas en el Caribe insular.
“Cuando un huracán llega a categoría 5, estamos hablando de un sistema con una estructura perfectamente organizada, una pared del ojo extremadamente compacta y una energía que puede destruir ciudades completas en cuestión de horas”, dijo Arceo.
Otros ciclones como Gabrielle e Imelda provocaron inundaciones en el Caribe oriental, las Bahamas, Bermudas y también efectos en la costa este de Estados Unidos, con daños a viviendas, puertos y sistemas de transporte.
En conjunto, la temporada dejó más de 115 víctimas mortales en distintos países y daños estimados en miles de millones de dólares.
EL ‘ESCUDO ATMOSFÉRICO’ QUE PROTEGIÓ AL CARIBE MEXICANO
De acuerdo con el meteorólogo Franklin Arceo, uno de los factores clave para que el Caribe mexicano no fuera impactado directamente fue el comportamiento del anticiclón del Atlántico, que durante buena parte de la temporada y, especialmente en las fechas con más actividad, se mostró más intenso de lo habitual.
“Ese escudo de aire seco desvió a muchas ondas tropicales hacia el Golfo de México, Centroamérica o el Atlántico central, evitando que las trayectorias se dirigieran de forma directa hacia Quintana Roo”, detalló Franklin Arceo.
A este factor se sumaron otras condiciones atmosféricas poco favorables para la ciclogénesis en el Caribe occidental, como la presencia periódica de polvo del Sahara, que limita el desarrollo de tormentas, y la interacción de ondas de Kelvin y Rossby, que generaron lapsos prolongados de estabilidad.
Sin embargo, el especialista advirtió que este tipo de comportamientos no son garantía para futuras temporadas.
“Las condiciones que hoy nos protegen pueden cambiar, no significa que se mantendrán hasta la siguiente temporada. El océano está más caliente que nunca y eso es el combustible principal de los huracanes intensos”, dijo.
BALANCE FINAL: SIN IMPACTOS DIRECTOS, PERO CON UNA LECCIÓN CLARA
Al cierre oficial de la temporada este 30 de noviembre, Quintana Roo y el Caribe mexicano pueden presumir un saldo positivo en cuanto a impactos directos de huracanes. No se registraron entradas de ciclones a territorio estatal ni evacuaciones masivas por impacto directo, como ocurrió en años anteriores.
“Nos salvamos esta vez, pero eso no debe generar una falsa sensación de seguridad. El cambio climático está alterando la frecuencia, la intensidad y el comportamiento de los huracanes. Hoy esquivamos los impactos directos; mañana podríamos no tener la misma suerte”, expresó el especialista.
Agregó que la experiencia de este año refuerza la necesidad de mantener actualizados los planes de protección civil, mejorar la infraestructura pluvial y fortalecer la cultura de prevención en la población, porque en una región expuesta como el Caribe, cada temporada es una nueva prueba frente a la fuerza del océano.
FENÓMENOS HIDROMETEOROLÓGICOS 2025
- Tormenta tropical Andrea: 24 al 26 de junio
- Tormenta tropical Barry: 3 al 6 de julio
- Tormenta tropical Chantal: 11 al 13 de julio
- Tormenta tropical Dexter: 4 al 7 de agosto
- Huracán Erin: 18 al 24 de agosto
- Tormenta tropical Ferdinand: 23 al 28 de agosto
- Huracán Gabrielle: 2 al 7 de septiembre
- Huracán Humberto: 14 al 19 de septiembre
- Huracán Imelda: 28 de septiembre al 4 de octubre
- Tormenta tropical Jerry: 7 al 11 de octubre
- Tormenta tropical Karen: 10 de octubre
- Tormenta tropical Lorenzo: 13 al 15 de octubre
- Huracán Melissa (categoría 5): 12 al 18 de octubre
NOMBRES SIN UTILIZAR EN ESTA TEMPORADA
- Néstor
- Olga
- Pablo
- Rebekah
- Sebastien
- Tanya
- Van
- Wendy