Un mensaje que cruzó fronteras desde Mérida
En medio del intenso calor de Mérida, Yucatán, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo tomó el micrófono frente a cientos de ciudadanos para lanzar un mensaje que rápidamente resonó en dos países. Con firmeza y orgullo, dijo: “Que se oiga bien y que se oiga fuerte: nuestras paisanas y paisanos en Estados Unidos son los mejores del mundo”. No fue una frase al azar. Era una declaración de principios.
Desde un evento público en el sur del país, Sheinbaum no solo honró el papel de los migrantes mexicanos en la economía estadounidense, sino que también defendió con vehemencia la infraestructura energética de Yucatán y supervisó personalmente la construcción del Hospital General Agustín O’Horán, el más grande en la historia reciente del sureste mexicanos.
Migrantes: «Los mejores trabajadores del mundo»
El reconocimiento de Sheinbaum a los mexicanos que viven en Estados Unidos no es menor. En un contexto internacional donde los migrantes suelen enfrentar discriminación y exclusión, la presidenta puso el foco en su valor económico y humano.
“Nuestros paisanos hacen funcionar a la economía de nuestro vecino país”, dijo, aludiendo al peso que tiene la comunidad migrante en sectores clave como construcción, servicios, agricultura y manufactura.
Con este mensaje, Sheinbaum no solo envía una señal a Washington, sino también fortalece su narrativa interna sobre orgullo nacional, justicia social y dignidad del trabajo.
México, presente en el G7 gracias al pueblo
La presidenta recordó con entusiasmo su reciente participación en la cumbre del G7, un foro reservado para las economías más influyentes del mundo. Según explicó, la invitación a México no fue casual, sino producto del prestigio internacional que ha ganado el país gracias a su pueblo.
“Nos invitaron por ustedes”, subrayó. “Por lo que representa el pueblo de México visto a nivel internacional”.
Este tipo de afirmaciones consolidan su narrativa de un México en transformación, orgulloso de sus raíces, de su gente y del papel que juega en el concierto global.
Sheinbaum desmiente apagones y defiende infraestructura eléctrica
Ante rumores sobre presuntos apagones y déficits energéticos en Yucatán, Sheinbaum fue categórica:
“Nada que ver. Hay suficiente energía eléctrica para Yucatán y va a haber más”.
Aseguró que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) realiza mantenimientos normales y anunció el avance de un gasoducto y una nueva planta eléctrica, con lo que se busca blindar a la región ante cualquier contingencia energética.
Así, desactivó la narrativa opositora y reafirmó la confianza en la infraestructura energética nacional, apostando por datos técnicos frente al discurso de alarma.
Supervisa construcción del hospital más grande del sureste
Sheinbaum también recorrió el avance de la obra del Hospital General Agustín O’Horán del IMSS Bienestar, que representa la inversión en salud más alta en la región, con más de 4,700 millones de pesos destinados a beneficiar a más de 2.1 millones de personas.
Con orgullo, informó que el hospital será inaugurado en diciembre y destacó que fue construido por ingenieros militares mexicanos, a quienes calificó como “de lo mejor que tiene nuestro país”.
El nuevo hospital contará con 16 quirófanos de última tecnología y será el eje de un modelo en el que los centros de salud prioricen la atención primaria, evitando saturación hospitalaria.
Hacia un solo Sistema Nacional de Salud Pública
Finalmente, Sheinbaum reiteró que la obra forma parte de una reforma profunda al sistema de salud, cuyo objetivo es consolidar un solo sistema nacional en el que cualquier ciudadano, sin importar si es derechohabiente del IMSS, ISSSTE o IMSS Bienestar, pueda recibir atención médica sin restricciones.
Se trata de un proceso de transición histórica, que busca garantizar el acceso universal a la salud como un derecho, no como un privilegio.
Una narrativa de dignidad, inversión y justicia
Desde Mérida, Claudia Sheinbaum construyó una narrativa poderosa: México es un país digno, que aporta al mundo a través de su gente; que protege sus recursos con responsabilidad técnica; que invierte como nunca en salud pública; y que honra a los suyos, sin importar en qué país vivan.
Con un pie en la política interior y otro en el escenario internacional, Sheinbaum consolida su imagen como una lideresa que escucha, invierte y defiende, en contraste con quienes buscan dividir desde la desinformación o el discurso excluyente.
