La titular de SEMARNAT, Alicia Bárcena, lanza una alerta por la muerte de millones de abejas en Nohalal, Yucatán, a causa del plaguicida Fipronil.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) ha lanzado una enérgica condena y una alerta por el exterminio masivo de millones de abejas en la comunidad de Nohalal, Yucatán, un ecocidio atribuido directamente al uso indiscriminado de plaguicidas en la agroindustria.
Un desastre ecológico de proporciones alarmantes está ocurriendo en el corazón de la península de Yucatán, cuna de la apicultura maya. Millones de abejas, los polinizadores más importantes del planeta, están muriendo envenenadas, víctimas de un modelo agrícola que privilegia la producción a gran escala por encima de la sostenibilidad y el equilibrio ambiental.
La situación ha alcanzado tal gravedad que la máxima autoridad ambiental del país, la secretaria Alicia Bárcena, ha intervenido públicamente para condenar estos hechos y anunciar medidas para proteger a los polinizadores.
El Veneno que Mata en Silencio: Fipronil
La causa de esta mortandad masiva tiene un nombre: Fipronil. Este insecticida, ampliamente utilizado en la agricultura industrial para proteger cultivos como el maíz, ha sido identificado por apicultores y especialistas como el principal responsable de la intoxicación y muerte de las abejas en la región.
Los testimonios de los apicultores locales son desgarradores. Describen escenas de una «catástrofe», con miles de abejas muertas esparcidas por sus apiarios, especialmente después de que los campos de cultivo cercanos son fumigados.
Este problema no es solo ecológico, sino también cultural y económico. La apicultura es una actividad ancestral para las comunidades mayas, una fuente de sustento y un pilar de su cosmovisión. El exterminio de las abejas es también un ataque a su patrimonio.
«Estamos a un kilómetro de unos plantíos de maíz. Ellos utilizan insecticidas que dañan a las abejas. Desde marzo empezamos a ver una catástrofe. Nos da tristeza y coraje lo que está sucediendo», confesó un apicultor afectado.
Una Falla Legal y una Promesa de Cambio
La secretaria Alicia Bárcena no solo condenó el uso de estos agrotóxicos, sino que también expuso una falla fundamental en la legislación mexicana. Calificó de «absurdo» que las abejas estén actualmente clasificadas como «ganado» bajo la Ley de Organizaciones Ganaderas.
Para corregir esto, anunció que se impulsará una reforma a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente para crear un apartado específico dedicado a la protección de todos los polinizadores, reconociendo su papel vital en la producción de alimentos y la biodiversidad.
La crisis de las abejas en Yucatán es la punta del iceberg de un conflicto mayor: la expansión de la frontera agrícola, a menudo mediante la deforestación y los incendios provocados, que está poniendo en jaque el futuro de los ecosistemas y las comunidades de la península. La alerta de SEMARNAT eleva este problema a una emergencia de interés nacional que exige acciones inmediatas y contundentes.
