El reciente anuncio del «Plan México» por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum ha puesto al campo mexicano en el centro de la discusión nacional e internacional. Con una inversión de 30 mil millones de pesos, esta estrategia busca fortalecer la producción agroalimentaria, tecnificar el riego y expandir el crédito agrícola, sectores clave para la soberanía alimentaria y la competitividad global de México.
El contexto es complejo: un déficit creciente de maíz amarillo y una controvertida propuesta de reforma para prohibir la siembra de maíz transgénico han encendido el debate sobre el futuro de la autosuficiencia alimentaria en el país.
Exportaciones agroalimentarias: Un sector clave con desafíos financieros
A pesar de los desafíos, las exportaciones agroalimentarias mexicanas han demostrado ser un pilar de la economía. En 2024, alcanzaron 40 mil 852 millones de dólares, posicionándose como el tercer sector más valioso del país, después de las manufacturas y el automotriz.
Sin embargo, detrás de estas cifras alentadoras, miles de pequeños y medianos productores enfrentan un panorama difícil. La desaparición de la Financiera Rural durante el gobierno de López Obrador dejó sin acceso a crédito a muchos agricultores, considerados de «alto riesgo» por la banca comercial.
El Plan México busca cambiar esta narrativa, pero el reto es monumental. ¿Cómo garantizar que el crédito llegue realmente a quienes más lo necesitan?
La controversia del maíz transgénico: ¿soberanía o tensión comercial?
Uno de los puntos más polémicos en la agenda agroalimentaria es la propuesta de prohibir la siembra de maíz transgénico en México. Esta medida busca proteger el maíz nativo, considerado un tesoro cultural y biológico del país.
Sin embargo, el 70% del maíz amarillo que importa México de Estados Unidos es transgénico, utilizado principalmente para la industria pecuaria e industrial. En 2023, se importaron 19.6 millones de toneladas, y para 2024, esta cifra podría aumentar un 21%.
¿Qué está en juego?
- Proteger la biodiversidad: Los defensores de la reforma argumentan que el maíz nativo es clave para la soberanía alimentaria y la identidad cultural.
- Impacto comercial: Estados Unidos, principal proveedor de maíz amarillo, podría considerar esta medida como una violación al TMEC, aumentando las tensiones bilaterales.
Crédito agrícola y tecnificación del riego: La apuesta del Plan México
El Plan México propone una expansión significativa del crédito agrícola y la tecnificación del riego para reducir la dependencia de importaciones y aumentar la producción de alimentos básicos, como el maíz blanco.
La tecnificación del riego, por ejemplo, es fundamental para enfrentar los desafíos del cambio climático y mejorar el rendimiento de los cultivos. Sin embargo, la clave será garantizar que los pequeños productores puedan acceder a estos recursos y tecnologías.
El equilibrio entre soberanía alimentaria y mercado global
El Plan México y la propuesta de prohibición del maíz transgénico representan un delicado equilibrio. Por un lado, México busca proteger su riqueza biocultural y avanzar hacia la autosuficiencia alimentaria; por otro, enfrenta la realidad de un mercado global que exige productividad y competitividad.
La capacidad del gobierno para articular políticas públicas efectivas será puesta a prueba, especialmente en un contexto de tensiones comerciales con Estados Unidos y la necesidad de garantizar estabilidad económica en el campo mexicano.
Danone y la innovación en alimentación saludable
En el ámbito privado, empresas como Danone están marcando el rumbo hacia una alimentación sostenible. Su iniciativa Impacto DANONE se enfoca en desarrollar productos basados en la ciencia, promover alternativas saludables y liderar la transición hacia una industria más consciente.
Reconocida como líder en el Índice Global de Acceso a la Nutrición 2024, la compañía demuestra que la sostenibilidad y la innovación pueden ir de la mano, estableciendo un ejemplo para el sector agroalimentario en México.
Conclusión: ¿Es posible un balance entre lo local y lo global?
El Plan México y la prohibición del maíz transgénico son dos caras de una misma moneda: el desafío de equilibrar la soberanía alimentaria con las exigencias de un mercado global.
Mientras el gobierno busca fortalecer el campo mexicano, es crucial garantizar que las políticas públicas sean inclusivas, sostenibles y estén alineadas con las necesidades de los productores y los consumidores.
En un mundo cada vez más globalizado, México tiene la oportunidad de liderar con un enfoque que priorice la biodiversidad, la autosuficiencia y la justicia económica.
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