Mitin de Sheinbaum: presencia femenina llena el Zócalo rumbo a una nueva etapa

Mitin de Sheinbaum: presencia femenina llena el Zócalo rumbo a una nueva etapa
Mitin de Sheinbaum: presencia femenina llena el Zócalo rumbo a una nueva etapa

El mitin de Sheinbaum comenzó mucho antes de que la presidenta llegara al Zócalo. Desde las primeras horas de la mañana, el Centro Histórico de la Ciudad de México se transformó en un mosaico de colores, voces y acentos provenientes de todo el país. En cada esquina, mujeres de distintas edades, profesiones y orígenes alzaban pancartas con orgullo, convirtiéndose en el corazón emocional de un evento que hoy quedará registrado como uno de los más simbólicos de su mandato.

Para muchas de ellas, este no era solo un acto político: era una afirmación generacional, un capítulo propio dentro de la historia que las había dejado fuera por décadas. Y esa energía se sentía en cada paso.

La fuerza femenina como protagonista del mitin de Sheinbaum

Entre miles de asistentes, la presencia de mujeres destacó no solo por su número, sino por su convicción. Itzel Jarquín Fuentes, arquitecta originaria de Cerro de Nube, Oaxaca, levantaba una pancarta que ella misma dibujó con orgullo. En el papel, una frase sencilla y contundente: “No estás sola”. Para Itzel, el simbolismo de tener a una mujer científica como presidenta la impulsó a viajar más de 12 horas con tal de decir presente.

“Venimos a decirle a la primera presidenta que México la acompaña”, expresó con una sonrisa que no podía contener.

Su relato se repetía en cientos de voces. Desde Morelia, Michoacán, Susana Esquivel Farías agitaba una bandera de Morena mientras avanzaba entre la multitud. Hablaba de preparación, sensibilidad y de la paciencia política que, según ella, define a Claudia Sheinbaum. Para Susana, ver a una mujer al frente del país significa “empoderamiento, orgullo y la certeza de que las decisiones importantes ya no son exclusivas de los hombres”.

Voces que convergen en el Zócalo: un mosaico de historias

A mitad del mitin de Sheinbaum, las calles ya estaban completamente desbordadas. En una esquina, mujeres de Irapuato coreaban porras sin descanso. En otra, un grupo de tabasqueñas ondeaba un enorme lienzo con la imagen de Sheinbaum, mientras sus sombreros decorados con tigres llamaban la atención de los presentes.

Carla Cristal Falcón, proveniente de Macuspana, explicaba con firmeza:

“Venimos porque no vamos a permitir que intenten sacar a Morena del poder. Somos un país democrático y queremos un gobierno que cuide nuestros recursos naturales”.

Para ella, la llegada de una mujer a la presidencia no es solo un hecho político: es una prueba de que México dejó atrás una parte de su machismo histórico.

El Zócalo como símbolo de cambio y resistencia

Afuera del Metro Hidalgo, sobre Avenida Juárez, familias completas avanzaban con banderas, listones y flores. Algunas mujeres llevaban bordados oaxaqueños, otras playeras con el rostro de Sheinbaum, otras más símbolos de sus comunidades indígenas. Todas compartían una certeza: “Estamos haciendo historia”.

El ambiente estaba acompañado de música, entre bandas oaxaqueñas que tocaban el himno de Morena y coros que repetían “es un honor estar con Claudia hoy”.

Los colores, los cantos, las historias se mezclaban hasta formar un solo latido colectivo.

Un cierre que marca el inicio de un nuevo capítulo

Mientras el sol comenzaba a caer sobre la Plaza de la Constitución, la multitud seguía creciendo. Mujeres jóvenes, adultas mayores, madres, profesionistas, estudiantes; todas formando una enorme red de apoyo.

En ese momento, el mitin de Sheinbaum dejó de ser solo una concentración política y se convirtió en una declaración generacional: las mujeres están presentes, están organizadas y están participando activamente en el rumbo del país.Y así como la nota comenzó con la fuerza de esa presencia femenina, también termina con ella.

Porque si algo quedó claro durante el mitin de Sheinbaum, es que este movimiento —encabezado por miles de mujeres de todo México— apenas está escribiendo su primer capítulo.

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