México rompe récord de importaciones de carne y maíz en 2025

México rompe récord de importaciones de carne y maíz en 2025
México enfrenta déficit alimentario histórico: importa más maíz blanco y carne por sequía, enfermedades y cierre fronterizo con Estados Unidos.

México rompe récord de importaciones de carne y maíz en 2025

Una paradoja alimentaria: México produce mucho, pero depende del exterior

México, reconocido mundialmente como uno de los principales productores de alimentos, atraviesa en 2025 una situación crítica: a pesar de su vasto potencial agrícola y ganadero, el país ha alcanzado niveles históricos de importación en dos alimentos clave para su población: el maíz y la carne. Ambos constituyen pilares fundamentales de la dieta nacional y su desabasto pone en evidencia una profunda dependencia del exterior.

El maíz: el alimento base que ahora se importa como nunca antes

Según datos de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) y del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), en el primer semestre de 2025 México importó 12.3 millones de toneladas de maíz, marcando un nuevo récord. Este volumen representa un incremento del 1.8% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Si bien el país históricamente ha importado principalmente maíz amarillo —destinado a uso industrial y forrajero—, lo alarmante es el crecimiento en las compras de maíz blanco, esencial para la elaboración de masa y tortillas, alimento consumido diariamente por el 90% de las familias mexicanas.

México compró en este periodo 586 mil toneladas de maíz blanco a Estados Unidos, lo que representa un aumento del 253% frente al primer semestre de 2024. Este dato no solo refleja una vulnerabilidad alimentaria, sino una contradicción en el discurso de autosuficiencia alimentaria promovido por diversos gobiernos.

La tortilla: símbolo cultural y termómetro de la seguridad alimentaria

De acuerdo con estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cada persona en México consume cerca de 75 kilos de tortilla al año. Este alimento no solo es básico en la mesa, sino también un indicador del bienestar económico y del acceso a nutrientes esenciales.

La creciente dependencia del maíz blanco importado —genéticamente modificado en su totalidad— plantea también un debate sobre salud pública, soberanía alimentaria y sustentabilidad agrícola.

La carne: crisis estructural en el sector pecuario

El sector ganadero mexicano también muestra señales alarmantes. En los primeros seis meses del año, las importaciones de carne alcanzaron los 4 mil 228 millones de dólares, mientras que las exportaciones se limitaron a mil 489 millones. Esto significa un déficit comercial de 2 mil 739 millones de dólares, una cifra sin precedente.

El director del GCMA, Juan Carlos Anaya, señala que este desequilibrio no es un fenómeno temporal, sino el reflejo de problemas estructurales agravados por factores externos:

  • Sequía prolongada que ha mermado los inventarios ganaderos
  • Enfermedades como la diarrea porcina epidémica y afecciones respiratorias
  • Cierre fronterizo por la presencia del gusano barrenador
  • Incremento en los costos de producción

La dependencia por tipo de carne: cifras que preocupan

  • Carne de cerdo: México importa el 52% de la que consume. Las importaciones crecieron 13.6% en volumen y 41% en valor.
  • Carne de res: El volumen importado aumentó 16.8%, y el valor, 14.6%.
  • Carne de pollo: Subió 4.5% en volumen y 17% en valor.

Estos números no solo impactan el bolsillo de los consumidores mexicanos, sino que también reflejan una vulnerabilidad productiva que pone en jaque al desarrollo rural, la seguridad alimentaria y el equilibrio comercial con socios como Estados Unidos.

¿Qué hay detrás de esta crisis?

La paradoja es profunda: mientras México exporta aguacate, cerveza y berries con récords de ganancias, no puede garantizar el abasto interno de maíz ni de carne. La falta de inversión estructural en el campo, el deterioro ambiental, y la ausencia de políticas de largo plazo han llevado al país a una dependencia creciente de alimentos importados, incluso aquellos tan simbólicos como el maíz blanco.

Urge una estrategia nacional de soberanía alimentaria

Los expertos coinciden en que el reto va más allá de lo comercial. Requiere una estrategia integral que:

  • Incentive la producción interna de maíz blanco y carnes con apoyo a pequeños productores
  • Invierta en tecnología agrícola sustentable
  • Genere infraestructura resiliente frente a los efectos del cambio climático
  • Reduzca la dependencia de productos transgénicos importados
  • Mejore la sanidad y trazabilidad en la producción pecuaria

Una oportunidad en medio de la crisis

La crisis actual podría ser el catalizador para transformar de fondo el modelo agroalimentario mexicano. La recuperación del campo, el fortalecimiento de la producción nacional y la implementación de políticas públicas sostenidas podrían devolverle a México su anhelada autosuficiencia alimentaria, que hoy parece más urgente que nunca.

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