El conflicto por la reforma hídrica escala en la frontera
Bloqueo en el Valle de Mexicali que vive su segunda jornada consecutiva de protestas por parte de agricultores, ganaderos y usuarios del agua del río Colorado, quienes mantienen bloqueada la entrada de exportaciones en la garita Mexicali–Calexico. La movilización surge como respuesta directa a la reforma a la Ley de Aguas Nacionales, aprobada recientemente en el Congreso, y que los productores consideran perjudicial para sus derechos históricos de riego.
La protesta, que comenzó con un plantón temporal, se transformó en un bloqueo permanente después de que —según los inconformes— sus inquietudes fueron ignoradas durante el proceso parlamentario. Los manifestantes advierten que no se retirarán hasta lograr una reunión formal con el gobierno de Baja California y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a quienes exigen una revisión del marco normativo y la inclusión de las propuestas del Distrito de Riego 014.
Bloqueo: Agricultores acusan falta de representación y exclusión
En la zona comercial de la garita se observan tractores, trilladoras, maquinaría agrícola y varios puntos de concentración donde más de un centenar de productores expresan su molestia. Gran parte del reclamo se enfoca en senadores y diputados federales de Baja California, a quienes acusan de traicionar al sector agrícola al votar la reforma sin considerar las observaciones enviadas meses atrás.
El enojo escaló al punto de que los manifestantes quemaron una piñata con la imagen del diputado Armando Samaniego, quien antes se desempeñó como secretario estatal del Agua. Para los productores, el proceso legislativo fue apresurado, opaco y desconectado de la realidad agrícola que enfrenta el valle.
Según los inconformes, las modificaciones a la ley dejan fuera las necesidades de los municipios y distritos que dependen del agua del río Colorado, particularmente Baja California y San Luis Río Colorado, Sonora, donde la productividad agrícola es clave para la economía regional.
Gobierno estatal y Conagua confirman reunión clave
Tras el cierre prolongado de la garita, las autoridades estatales y federales confirmaron una reunión para la mañana del domingo. En ella participarán la gobernadora Marina del Pilar Ávila, el secretario de Gobierno Alfredo Álvarez, el director general de Conagua, Efraín Morales López, y el subdirector de Infraestructura Hídrica, Aarón Mastache.
Por parte del Distrito de Riego 014 asistirán su presidente Juan Carlos Fierro, el tesorero José Gabriel Hernández y la secretaria administrativa Verónica Gómez. También estará presente Horacio Gómez, representante del Consejo Estatal de Productores de Trigo.
Los agricultores consideran este encuentro una oportunidad para plantear directamente sus preocupaciones, entre ellas la defensa del volumen de agua asignado a la región, la protección de los derechos de uso agrícola y la necesidad de introducir candados legales que eviten reasignaciones unilaterales del recurso.
Impacto en exportaciones y desvío de tractocamiones
El bloqueo ha provocado que tractocamiones afiliados a CANACAR se desvíen hacia otras garitas internacionales, como San Luis Río Colorado, Tecate y Tijuana, para continuar con el flujo de mercancías hacia Estados Unidos. Aunque el cierre no es total en todos los accesos, la presión logística crece cada hora, especialmente para el sector exportador que depende del cruce en Mexicali-Calexico.
Empresas de transporte señalaron retrasos considerables y costos adicionales por combustible y tiempos de espera, mientras que el sector agrícola mantiene su postura: sin diálogo efectivo, no habrá liberación de la garita.
Un conflicto que viene escalando
La tensión no surgió de la noche a la mañana. Una semana antes de que la reforma fuera aprobada, los productores ya habían bloqueado carreteras estratégicas que conectan a Mexicali con San Luis Río Colorado y el puerto de San Felipe. Durante el día de la votación en la Cámara de Diputados, realizaron una acción simbólica: liberaron el puente de peaje que une Baja California con Sonora, en protesta a la falta de escucha.
La nueva ley, señalan, representa un riesgo no solo para su actividad económica, sino para la seguridad hídrica de toda la región. Denuncian que la reforma no toma en cuenta el estrés del río Colorado, los compromisos binacionales de uso del agua ni los efectos climáticos que ya afectan la disponibilidad del recurso.
El bloqueo de la garita Mexicali–Calexico evidencia un conflicto profundo entre las comunidades agrícolas, el gobierno estatal y la federación. La disputa por el agua no es nueva, pero la aprobación de la reforma aceleró el descontento y polarizó posiciones. La reunión con las autoridades será decisiva: podría abrir una vía de negociación o escalar la tensión en una región donde el agua es más que un recurso: es la base económica, social y cultural del valle.
