La ceremonia anual del indulto de pavos en la Casa Blanca, tomó un giro inesperado cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, utilizó el evento para lanzar una serie de insultos y bromas ofensivas contra adversarios políticos, funcionarios estatales y figuras del Partido Demócrata.
Trump bromea sobre cárceles y opositores demócratas
Desde sus primeras palabras, Trump dejó claro que no sería una ceremonia convencional. Al presentar a los pavos Gobble y Waddle, el mandatario bromeó con enviarlos a una prisión de alta seguridad en El Salvador, una referencia provocadora al lugar donde Estados Unidos ha trasladado a migrantes deportados.
El presidente afirmó que las aves deberían llamarse Chuck y Nancy, en alusión a los demócratas Chuck Schumer y Nancy Pelosi. Pero remató que jamás los perdonaría: “Nunca perdonaría a esas personas”. Para muchos asistentes, el comentario reafirmó el tono confrontativo que ha caracterizado su regreso al poder.
Críticas a Biden y Hunter
Trump también se tomó un momento para invalidar simbólicamente los indultos otorgados por su predecesor, Joe Biden, acusándolo de firmar los documentos con un autógrafo automático. “¿Dónde está Hunter?”, lanzó, retomando uno de los ataques recurrentes hacia el hijo del expresidente, insinuando nuevos problemas legales.
La audiencia tuvo reacciones mixtas: algunas risas discretas y gestos incómodos frente al giro político de un acto que suele ser irreverente, pero no tan agresivo.
Ataques al gobernador de Illinois
El presidente dejó claro que tenía preparado un comentario contra el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, una figura que ha resistido los planes de Trump para desplegar la Guardia Nacional en Chicago. Con sarcasmo, dijo que no mencionaría que “es un gordo asqueroso”. La línea provocó risas nerviosas entre quienes asistían bajo paraguas en el Jardín de Rosas.
Gobble y Waddle reciben el perdón presidencial
Tras extender sus ataques, Trump finalmente giró la atención a la razón del evento. Con una palmada sobre las plumas de uno de los pavos, declaró: “Gobble, por la presente te otorgo un indulto incondicional”. Al ave la describió como “un hermoso pájaro”, preguntándose quién podría dañarlo.
Waddle, el segundo pavo y veterano reciente de la sala de prensa de la Casa Blanca, también acaparó reflectores cuando la secretaria de prensa Karoline Leavitt le pidió hacer un sonido. El ave respondió de inmediato. “Muy bien, ateniéndose a su mensaje”, ironizó Leavitt.
El presidente aprovechó sus comentarios para asegurar que el costo de las cenas de Acción de Gracias ha disminuido bajo su administración. Sin embargo, investigaciones recientes indican lo contrario: los precios podrían aumentar este año, reflejo de la persistente frustración ciudadana por la inflación.
Tensiones políticas
La ceremonia de Acción de Gracias ocurre en un momento complejo para el segundo mandato de Trump. El mandatario intenta avanzar en un plan para poner fin a la guerra en Ucrania, luego de que una propuesta previa generara críticas tanto en Europa como dentro de su propio partido.
Además, el ejército estadounidense se prepara para posibles ataques en Venezuela como parte de una operación antidrogas, una decisión que podría tensar aún más la política internacional.
En Washington, Trump enfrenta una coalición republicana fragmentada de cara a las elecciones de mitad de período. Algunos legisladores de su partido incluso desafiaron al presidente al impulsar la difusión de documentos relacionados con el caso de Jeffrey Epstein.
Y es que, la situación política se complicó esta semana cuando un juez federal desestimó casos contra dos enemigos históricos del presidente: James Comey y Letitia James. Trump había insistido públicamente en procesarlos por supuestos delitos cometidos durante su primer mandato, pero el juez determinó que la fiscal a cargo había sido designada ilegalmente.
