Sheinbaum: Modernización de las monedas mexicanas
Claudia Sheinbaum envió a la Cámara de Diputados dos iniciativas para modernizar las monedas de 10 y 20 pesos, con cambios que buscan mejorar su circulación, reducir costos de producción y reforzar su seguridad. La propuesta incluye una nueva moneda de 20 pesos, que sustituirá gradualmente a las emisiones conmemorativas actuales, así como una actualización del centro metálico de las monedas de 10 pesos.
El objetivo central, según el documento enviado al Legislativo, es lograr un sistema monetario más eficiente, práctico y alineado con los avances tecnológicos en la industria de acuñación.
Un nuevo diseño para la moneda de 20 pesos
En su iniciativa, Sheinbaum señaló que las monedas conmemorativas de 20 pesos presentan un problema recurrente: la población suele guardarlas en lugar de usarlas. Estudios del Banco de México indican que, aunque la mayoría de las personas reconoce su existencia, muchas las consideran piezas de colección y no las ponen en circulación, lo que limita su función como medio de pago.
Además, solo la mitad de la población sabe realmente qué evento conmemoran, y más del 80% no recuerda sus diseños. Esto, según la propuesta, genera confusión y limita la utilidad de esta denominación.
La presidenta plantea reemplazar los motivos temáticos por un diseño único, estable y reconocible. La nueva moneda incluiría la imagen del Templo de Kukulkán, en Chichén Itzá, sitio declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. Con ello se busca facilitar su identificación y autenticidad, y promover un uso más generalizado.
En cuanto a los materiales, se propone que la moneda tenga las mismas aleaciones utilizadas desde 2019 en las emisiones especiales: un arillo de bronce y aluminio y un centro de alpaca plateada. Ambas versiones —la nueva y las conmemorativas— coexistirán durante un periodo transitorio hasta que el Banco de México retire las actuales.
Razones detrás del cambio en la moneda de 10 pesos
La segunda parte de la reforma aborda las monedas de 10 pesos, cuyo diseño bimetálico se mantiene desde hace años. Actualmente, su centro está compuesto de una aleación de cobre, níquel y zinc, pero los costos han aumentado significativamente, especialmente el cobre, cuyo precio creció 82% en cinco años.
El gobierno argumenta que continuar usando esta aleación ya no es sostenible para la producción masiva de moneda circulante. La industria, además, ha desarrollado nuevos materiales que reducen costos, mantienen la durabilidad de las piezas y ofrecen mejores medidas de seguridad, en especial a través de la llamada firma electromagnética, una tecnología que facilita su validación en máquinas de conteo o dispositivos automatizados.
La propuesta establece que el nuevo centro de las monedas de 10 pesos estará formado por un núcleo de acero recubierto por níquel, manteniendo el diseño del Calendario Azteca en el anverso.
Ventajas esperadas con la reforma
Las iniciativas enviadas por Sheinbaum buscan atender tres necesidades clave: circulación, costo y seguridad. En el caso de la moneda de 20 pesos, el nuevo diseño pretende asegurar un uso cotidiano más amplio, evitando que las piezas terminen guardadas o confundidas con ediciones anteriores. Esto aumentaría su disponibilidad en el mercado y evitaría la necesidad constante de acuñaciones adicionales.
Para las monedas de 10 pesos, el cambio en la aleación permitirá una producción más económica, sin comprometer la resistencia del material. La incorporación de nuevas tecnologías ofrece además una oportunidad para fortalecer los mecanismos de autenticación y prevenir falsificaciones.
Impacto económico y operativo
Ambas propuestas serán revisadas por la Comisión de Hacienda, que deberá emitir un dictamen para continuar el proceso legislativo. Si se aprueban, el Banco de México determinará los tiempos de transición y retiro de las monedas actuales, garantizando un periodo razonable de canje.
El impacto económico se reflejaría principalmente en una reducción de costos operativos, una mayor disponibilidad de moneda circulante y una modernización alineada con estándares internacionales. Para la ciudadanía, los cambios buscan mejorar la claridad visual, la seguridad y la facilidad para identificar denominaciones, especialmente en un entorno donde las monedas bimetálicas pueden confundirse por su similitud.
La modernización de las monedas mexicanas propuesta por Sheinbaum representa un paso significativo hacia un sistema monetario más eficiente y seguro. Con un nuevo diseño para la moneda de 20 pesos y una actualización en los materiales de la moneda de 10, el país busca adaptarse a las demandas actuales de circulación, tecnología y costos. La decisión final recaerá en el Congreso, pero las iniciativas ya abren la puerta a una reforma que podría beneficiar tanto a los usuarios como a las instituciones encargadas de acuñar y distribuir moneda.
